Tres fuertes sismos sacudieron el miércoles el centro de Italia en apenas una hora, golpeando la misma región que sufrió una serie de graves temblores el año pasado.
Por el momento, no se reportaron víctimas, pero los terremotos llegaron a sentirse en Roma, la capital del país, donde las autoridades cerraron el metro por precaución y pidieron a los padres que recogiesen a sus hijos de la escuela.
El primer temblor, con una magnitud preliminar de 5,6, sacudió la zona norte de la región de Amatrice alrededor de las 10:25 de la mañana (0925 GMT), según el Servicio Geológico de Estados Unidos. La misma zona registró un segundo movimiento telúrico de magnitud 5,7 unos 50 minutos más tarde. El último tuvo lugar pasados 10 minutos y alcanzó una magnitud de 5,3.
La fuerte nevada caída en la zona la semana pasada, que dejó más de 1,5 metros de nieve en algunas zonas, complicaba las labores de transporte y respuesta de los equipos de emergencia el miércoles.
Maurizio Pelosi, alcalde de Capitagno, una localidad próxima al epicentro, señaló que antes del sismo muchas de las vías de acceso al pueblo estaban bloqueadas por la nieve.
"Es apocalíptico", dijo Giuseppe Di Felice, un trabajador de un hotel de la zona, a la radio estatal RAI, contando que la gente no puede salir de sus casas.
La montañosa región de Amatrice, a unos 100 kilómetros (62 millas) de Roma, sufrió tres terremotos el año pasado que causaron casi 300 muertos e importantes daños en edificios antiguos. El campanario de una iglesia de la zona se vino abajo por el movimiento telúrico del miércoles.
Antonio Tajani, un político italiano que acaba de ser elegido presidente del Parlamento Europeo, explicó que los temblores "se sintieron en Roma (pero) parece que no hay víctimas".