Israel ordenó el martes nuevas evacuaciones en parte de la Ciudad de Gaza, mientras un estudio de la agencia de Naciones Unidas para la infancia halló que uno de cada seis menores sufre desnutrición severa en el aislado y devastado norte del enclave, donde se ubica la ciudad.
El informe constató que la miseria va en aumento en todo el territorio, donde la ofensiva aérea y terrestre lanzada por Israel en respuesta al ataque insurgente de Hamás el 7 de octubre, mató a más de 29.000 palestinos, arrasó vecindarios enteros y desplazó a más del 80 % de la población.
Israel ha prometido ampliar su ofensiva a Rafah, la ciudad más al sur del territorio, donde se refugian más de la mitad de los 2,3 millones de residentes. Muchos se han hacinado en campamentos de tiendas de campaña o en refugios abarrotados gestionados por la ONU cerca de la frontera con Egipto.
Estados Unidos, el principal aliado de Israel, ha estado trabajando con Egipto y Qatar, que fungen como mediadores, para tratar de pactar otro alto el fuego y la liberación de más rehenes. El líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, estaba en El Cairo el martes para reunirse con funcionarios egipcios, pero no se espera ningún tipo de avance.
El ejército israelí, por su parte, ordenó el martes la evacuación de los vecindarios de Zaytoun y Turkoman, en el extremo sur de la Ciudad de Gaza, en un indicio de que los insurgentes palestinos siguen ofreciendo una férrea resistencia en zonas del norte de Gaza que, según las fuerzas de Israel, habían sido despejadas hace semanas.
Según los residentes, en los dos últimos días se han registrado ataques aéreos e intensos combates terrestres en algunas zonas de la Ciudad de Gaza.
“La situación es muy difícil”, dijo Ayman Abu Awad, que vive en Zaytoun. “Estamos atrapados en nuestras casas".
Posible "explosión" de muertes infantiles evitables
El reporte del Clúster Global de Nutrición, una iniciativa de ayuda encabezada por UNICEF, la agencia de la ONU para la infancia, sostiene que más del 90 % de los menores de cinco años en Gaza toman dos o menos grupos de alimentos al día, lo que se conoce como pobreza alimentaria severa. Un porcentaje similar sufre enfermedades infecciosas y el 70 % padeció diarrea en las dos últimas semanas.
Más del 80 % de los hogares carecen de agua limpia y potable y, de media, los hogares disponen de un litro (cuarto de galón) por persona y día, según el informe publicado el lunes.
En Rafah, la ciudad más meridional de la Franja y por donde entra casi toda la ayuda humanitaria, la tasa de desnutrición severa es del 5 %, frente al 15 % registrado en el norte de enclave, a donde hace meses que no llega apenas ayuda humanitaria debido al bloqueo israelí. Antes de la guerra, la tasa en toda Gaza era de menos del 1 %, dijo el reporte.
“La Franja de Gaza está a punto de ser testigo de una explosión de muertes infantiles evitables, que agravaría el ya insoportable nivel de mortalidad infantil" en el territorio, dijo Ted Chaiban, funcionario de UNICEF, en un comunicado.
Un reporte elaborado por la ONU en diciembre determinó que toda la población gazatí, 2,3 millones de personas, sufrían una crisis alimentaria y una cuarta parte no tenía qué comer.
Israel afirma que no restringe la importación de suministros humanitarios, pero los grupos de ayuda sostienen que el reparto en la Franja se ha visto gravemente lastrado por el cierre de carreteras decretado por las fuerzas israelíes, los continuos combates y la anarquía, ya que los ataques israelíes han tenido como objetivo a la policía dirigida por Hamás.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos, el principal proveedor de ayuda en Gaza, dijo a principios de mes que Israel retenía un envío de alimentos que podría abastecer a más de un millón de personas.
Israel acusó a 12 empleados de esa agencia de participar en el asalto del 7 de octubre pero no proporcionó evidencias. Esto llevó a Estados Unidos y a varios donantes más a congelar fondos cruciales para la agencia, incluso después de haber despedido a los trabajadores y abrir una investigación independiente.
Una guerra sin final a la vista
La guerra comenzó cuando insurgentes encabezados por Hamás burlaron las férreas defensas fronterizas israelíes y atacaron comunidades en el sur del país, matando a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomando alrededor de 250 rehenes. Unas 130, de las cuales una cuarta parte se cree que están muertas, siguen retenidas en Gaza tras la liberación del resto en un canje por reos palestinos en noviembre.
Israel respondió a la incursión con una de las campañas militares más letales y destructivas de la historia reciente sobre el pequeño enclave costero, que ya estaba sometido a un bloqueo de Israel y Egipto desde que Hamás arrebató el poder a fuerzas palestinas rivales en 2007.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo el lunes que la cifra de palestinos muertos alcanzó los 29.092 desde el inicio de la guerra, de los cuales alrededor de dos tercios eran mujeres y menores. Más de 69.000 personas han resultado heridas, desbordando a los hospitales del territorio, aunque menos de la mitad funcionan siquiera de forma parcial. El conteo no distingue entre víctimas civiles y combatientes.
Israel dice que ha matado a más de 10.000 insurgentes, pero no ha proporcionado evidencias. El ejército culpa del elevado número de víctimas civiles a Hamás, porque, según dice, combate en barrios con una alta densidad de población. Además, reportó la baja de 237 soldados desde el inicio del operativo terrestre a finales de octubre.
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