Un coche bomba en Kabul mató a ocho personas el miércoles e hirió a otras 28 en un ataque a un convoy de vehículos blindados usados por las fuerzas de EE.UU. y la OTAN, el cual fue reivindicado por el grupo extremista Estado islámico.
El ataque tuvo lugar durante la hora de mayor tráfico en la mañana, cerca de la embajada de Washington en la capital afgana. Varios autos quedaron destrozados por la explosión.
Un portavoz de la OTAN, el capitán estadounidense Bill Salvin, dijo que tres soldados estadounidenses están entre los heridos. Los vehículos blindados de transporte de personal, que están diseñados para soportar grandes explosiones, pudieron regresar a la base de la coalición.
ISIS se atribuyó la responsabilidad del ataque en un comunicado publicado por Aamaq, su brazo mediático. La filial de la milicia radical en el país ha ganado fuerza en los últimos años y ahora batalla tanto contra el gobierno, respaldado por Estados Unidos, como contra la insurgencia talibán, mucho más grande en tamaño.
Las fuerzas afganas han tenido problemas para contener la insurgencia talibán desde que Washington y la OTAN concluyeron oficialmente su misión de combate en el país, a finales de 2014. Su labor ahora es prestar ayuda y luchar contra el terrorismo. Estados Unidos tienen más de 8.000 efectivos en suelo afgano.
