Los seis candidatos que se disputan la presidencia en Irán hicieron un último esfuerzo el miércoles al cierre de sus respectivas campañas en busca de ganarse la simpatía de los electores para los comicios del viernes.
Las leyes del país conceden a los iraníes un día entero sin campañas previo a la celebración de elecciones para que los votantes consideren sus opciones antes de emitir sufragio.
Al comienzo de la campaña electoral la lista de candidatos era mucho más amplia pero el Consejo de Guardianes de la Revolución Islámica excluyó a algunos que gozaban de bastante respaldo popular.
El líder supremo de Irán, Ayatolá Ali Khamenei, ha pedido a la población concurrir masivamente a las urnas porque “una fuerte presencia de la nación iraní—dijo—desalentará al enemigo”.
Los votantes deberán escoger al sucesor del actual presidente, Mahmud Ahmadinejad, entre un grupo de candidatos en su mayoría conservadores y leales al Ayatolá Khamenei.
Analistas conceden ventaja como favorito para imponerse en los comicios al jefe de las negociaciones nucleares de Irán, Saeed Jalili, aunque los últimos días el único candidato moderado, Hassan Rowhani, ganó cierta prominencia.
Para declararse ganador un candidato necesita obtener más de 50 por ciento de los votos. Si ninguno lo consigue habría una segunda vuelta una semana después.
La organización Amnistía Internacional denunció que en anticipación a las elecciones, el gobierno iraní ha llevado a cabo detenciones arbitrarias y cometido abusos contra los derechos humanos de periodistas, políticos, sindicalistas, estudiantes y activistas de las minorías étnicas y religiosas del país.
Las leyes del país conceden a los iraníes un día entero sin campañas previo a la celebración de elecciones para que los votantes consideren sus opciones antes de emitir sufragio.
Al comienzo de la campaña electoral la lista de candidatos era mucho más amplia pero el Consejo de Guardianes de la Revolución Islámica excluyó a algunos que gozaban de bastante respaldo popular.
El líder supremo de Irán, Ayatolá Ali Khamenei, ha pedido a la población concurrir masivamente a las urnas porque “una fuerte presencia de la nación iraní—dijo—desalentará al enemigo”.
Los votantes deberán escoger al sucesor del actual presidente, Mahmud Ahmadinejad, entre un grupo de candidatos en su mayoría conservadores y leales al Ayatolá Khamenei.
Analistas conceden ventaja como favorito para imponerse en los comicios al jefe de las negociaciones nucleares de Irán, Saeed Jalili, aunque los últimos días el único candidato moderado, Hassan Rowhani, ganó cierta prominencia.
Para declararse ganador un candidato necesita obtener más de 50 por ciento de los votos. Si ninguno lo consigue habría una segunda vuelta una semana después.
La organización Amnistía Internacional denunció que en anticipación a las elecciones, el gobierno iraní ha llevado a cabo detenciones arbitrarias y cometido abusos contra los derechos humanos de periodistas, políticos, sindicalistas, estudiantes y activistas de las minorías étnicas y religiosas del país.