Diversas protestas surgieron en varias ciudades de Irán el sábado por la mañana luego de que el gobierno recortó los subsidios a la gasolina y aumentó los precios de ésta en un 50%.
Las protestas variaron desde gente que abandonó sus automóviles en el tránsito hasta tratar de atacar un depósito de petróleo en una ciudad.
Aunque no fueron tan amplias como las protestas que afectaron al país hace casi dos años, ponen nueva presión sobre el presidente relativamente moderado Hassan Rouhani.
En Mashhad, la segunda ciudad más grande de Irán y hogar de un famoso lugar sagrado chií, decenas de manifestantes abandonaron sus automóviles en las calles, de acuerdo con la agencia de noticias estatal IRNA que señaló que la protesta terminó cuando la policía les advirtió que se dispersaran.
Las protestas en Irán requieren autorización previa por parte del Ministerio del Interior, aunque las autoridades generalmente permiten manifestaciones pequeñas sobre asuntos económicos, sobre todo porque la nación ha enfrentado la devaluación de su moneda.
La violencia se desató en Sirjan, ubicada a unos 800 kilómetros (500 millas) al sureste de Teherán. IRNA dijo que “los manifestantes trataron de incendiar un depósito de petróleo, pero fueron detenidos por la policía”. No proporcionó más detalles, pero unos videos en internet que circulaban por Irán mostraron fuego en el depósito mientras se escuchaban sirenas en el fondo. Otra grabación mostró a una gran multitud que gritaba: "¡Rouhani, qué vergüenza! ¡Deja al país en paz!".
Irán anunció los recortes de los subsidios a la gasolina el viernes a la medianoche sin previo aviso. Se produjo luego de meses de especulaciones de un posible racionamiento. Las autoridades iraníes dijeron que las ganancias de los aumentos a los precios anunciados el viernes estarán destinadas a financiar subsidios para familias de bajos ingresos.
Los precios de la gasolina subieron a unos 15.000 riales por litro, o alrededor de 13 centavos de dólar por litro.
Las autoridades han fijado un límite de 60 litros al mes para cada auto privado a un precio de 13 centavos el litro. Después de ese límite, el precio sube a 26 centavos por litro.
Antes, los conductores tenían permitido comprar 250 litros a 10.000 riales por litro, unos 8 centavos de dólar.
Irán tiene las cuartas reservas petroleras más grandes del mundo. Los iraníes consideran la gasolina subsidiada uno de los pocos beneficios que reciben de sus reservas.