Nuevos enfrentamientos estallaron el domingo en Siria en la región del este de Ghouta, en las afueras de Damasco, en poder de los rebeles.
Los ataques aéreos se intensificaron a pesar de una resolución de las Naciones Unidas durante el fin de semana pidiendo un cese el fuego de 30 días.
Poco después de que la resolución fuera aprobada, la embajadora de Estados Unidos en la ONU, Nikki Haley, criticó a Rusia por demorar la votación.
“Cada minuto que el Consejo esperó a Rusia, el sufrimiento humano creció. Y después de todo este tiempo, casi nada ha cambiado en la resolución excepto unas pocas palabras y algunas comas", dijo la embajadora Haley. "El pueblo sirio no debería estar muriendo esperando que Rusia organice sus instrucciones de Moscú o que las discuta con los sirios”.
Rusia, un aliado clave del presidente sirio, Bashar al-Assad, respondió a la crítica de EE.UU. a través de su embajador en la ONU, Vasily Nebenzya.
“El objetivo de la lucha contra el terrorismo no debe convertirse en un escudo para adoptar agendas geopolíticas con legitimidad dudosa, y eso es lo que EE.UU. está haciendo ahora en Siria”, acusó el diplomático ruso.
Informes de un grupo de ayuda con sede en el Reino Unido estiman que el número de muertes sobrepasa las 500 desde comenzaran los más recientes bombardeos la semana pasada.
A más de 2.000 kilómetros de distancia, el papa Francisco dijo el domingo que Siria se estaba “martirizando” con los continuos ataques en contra de civiles y exhortó al fin de la violencia para permitir que el pueblo sirio pueda acceder a alimentos y medicinas.
“Todo esto es inhumano”, dijo Francisco a decenas de miles de personas en la Plaza de San Pedro, para su bendición semanal.
En Damasco, los residentes expresaron escepticismo de que la más reciente tregua tenga un efecto concreto en la lucha entre rebeles y fuerzas gubernamentales.
Irán dijo que las fuerzas pro-Damasco continuarán con los ataques contra un enclave insurgente cerca de la capital siria, mientras seguían los combates en tierra allí .
Turquía también dijo que sus operaciones militares en otro frente de la guerra en el norte de Siria no se verían afectadas por la votación unánime del Consejo de Seguridad.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que los ataques aéreos y bombardeos mataron a siete personas e hirieron a 31 en los suburbios orientales de Damasco. El grupo de monitoreo con sede en Gran Bretaña dijo que los bombardeos del domingo fueron menos intensos que los ataques de la última semana.
No hubo comentarios inmediatos del ejército sirio.