Irán anunció el jueves la reanudación del enriquecimiento de uranio en su planta nuclear subterránea de Fordow, alejándose aún más del acuerdo que firmó en 2015 con potencias nucleares y del que se retiró posteriormente Estados Unidos.
El pacto prohíbe la producción de material nuclear en Fordow, un complejo sumamente polémico y cuyas actividades fueron ocultadas por Irán a los inspectores de no proliferación de la ONU hasta que fueron descubiertas en 2009.
Teherán reconoció además que impidió el acceso de una inspectora del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a sus instalaciones nucleares de Natanz la semana pasada.
Este fue el primer caso conocido de un miembro de Naciones Unidas que no puede entrar a un complejo iraní en un ambiente de elevada tensión por su programa atómico. El representante del OIEA dijo que Teherán pidió a la agencia no volver a enviar a ningún inspector, sin dar detalles de lo sucedido.
“Después de todos los preparativos exitosos (...) el jueves comenzó la inyección de gas de uranio en las centrifugadoras de Fordow (...) Todo el proceso ha sido supervisado por los inspectores del órgano de vigilancia de la ONU”, afirmó la Organización de la Energía Atómica de Irán (AEOI, por sus siglas en inglés) en un comunicado publicado por los medios estatales.
Desde que Estados Unidos se retiró del pacto el año pasado, Irán se ha ido alejando de forma gradual de sus compromisos, que restringían su programa de enriquecimiento a cambio del levantamiento de la mayoría de las sanciones internacionales.
“El proceso tomará varias horas para estabilizarse y para el sábado, cuando el sitio será visitado de nuevo por inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (...) se habrá logrado un nivel de enriquecimiento del 4,5%”, dijo el portavoz de la AEOI, Behrouz Kamalvandi, a la televisión estatal.
Washington condenó la reactivación de los trabajos de enriquecimiento en Fordow e instó a los países a aumentar la presión sobre Teherán.
(Con información de AP y Reuters)