Gracias a una rápida acción de soldados iraquíes se frustró un atentado contra una base militar en Irak donde soldados estadounidenses realizan tareas de entrenamiento.
En total fueron ocho combatientes del grupo extremista Estado islámico que pretendían ingresar e inmolarse durante un ataque con bombas en la base aérea Ain al-Asad, localizada al oeste de Bagdad.
"El intento de ataque fue liderado, creemos, por varios atacantes suicidas e informaciones inciales indican que algunos se detonaron, a lo que siguieron unos 15 atacantes", informó el vocero del Pentágono, John Kirby.
El vocero agregó que al parecer casi todos los atacantes estaban usando vestimenta del ejército iraquí.
Se informó que en la base unos 400 efectivos estadounidenses entrenan a sus contrapartes iraquíes, pero al momento del ataque se encontraban a milla y media del lugar, por lo que no participaron en el combate.
Un portavoz del Pentágono, el coronel Steve Warren, dijo que de acuerdo con informes iniciales todos los atacantes resultaron muertos por soldados iraquíes a la entrada de la base de al-Asad en la provincia occidental de Anbar.
Un avión teledirigido de espionaje y helicópteros Apache del ejército estadounidenses fueron enviados a la escena del combate desde Bagdad, pero el ataque había concluido cuando llegaron.
Actualmente hay casi 2.600 soldados estadounidenses en Irak. De ellos, 450 entrenar a fuerzas iraquíes en tres bases, incluyendo al-Asad. Fuerzas de otros países realizan entrenamientos en un cuarto sitio, en la norteña ciudad de Irbil.
Según reportes, el Estado islámico estuvo atacando regularmente la base en los pasados dos días, pero no se han registrado daños. Al mismo tiempo no está claro cómo los ocho combatientes islámicos burlaron la seguridad de aproximadamente 12 millas de circunferencia como la valla de seguridad, torres de control, alambres de puas y puente sobre el río a la entrada.
