En los mítines políticos a lo largo de Iowa, algunos candidatos y muchos votantes culpan enfadadamente a Washington por los problemas de la nación.
La preocupación de los votantes por la creciente influencia del dinero y los políticos tradicionales parecen ser el mayor soporte de los tres candidatos anti-establishment –el hombre de negocios Donald Trump, y los senadores Ted Cruz y Bernie Sanders— en forma mayor de la esperada.
“Yo creo que hay mucho enojo contra el aparato político tradicional, y pienso que está bien. Yo creo que el establishment debe ser sacudido porque nos han decepcionado”, dice Jack, un seguidor de Trump en Cedar Rapids, Iowa, que no quiso dar su apellido.
Muchos de los seguidores del multimillonario citan su falta de experiencia política y el hecho que él mismo financia su campaña como buenas razones para votar por él.
El principal rival de Trump, Ted Cruz, ha aprovechado la percepción de que es detestado en Washington para ganar votos.
“Si ven a un candidato que es apoyado por Washington, corran y escóndanse”, dijo Cruz a una multitud en Ames, Iowa el sábado. Sus simpatizantes celebraron su sugerencia de desmantelar al IRS, el servicio de recaudación de impuestos, y la “sopa de letras” de las agencias gubernamentales.
Los votantes republicanos en Iowa mencionan la economía, la inmigración de indocumentados y la situación del ejército estadounidense como los principales temas, pero reconocen que ninguno de estos problemas puede arreglarse con el sistema tal cual está ahora.
“Aun los republicanos a nivel nacional prefieren a alguien que sea de afuera, alguien que no sea parte de la clase política, que no sea parte de los problemas que se perciben y que estamos viendo en Washington actualmente”, dice Matt Strawn, un ex estratega político.
Pero el descontento no es solo entre los republicanos. “Hay votantes enojados a lo largo de todo el espectro político”, dice Dennis Goldford, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Drake.
Los demócratas que dicen desconfiar de Wall Street, se alinean con Sanders, que ofrece una reforma de la industria de los servicios financieros, incluyendo la partición de bancos grandes, entre sus promesas de campaña.
“Estamos viendo cómo los temas populistas adquieren fuerza, porque la gente trabaja más, pero continúa sufriendo para pagar las cuentas, y creen que el sistema está amañado contra ellos”, agrega Goldford.
En ese sentido las asambleas partidarias de Iowa de este lunes marcan el primer paso para los candidatos que tienen la esperanza de terminar en Washington, el lugar del que tan mal hablan durante la campaña.