Una jueza federal de EEUU permitió este viernes la divulgación de una lista detallada de los documentos gubernamentales y otros materiales incautados al expresidente Donald Trump en su residencia de Mar-a-Lago, Florida, el mes pasado.
El inventario de ocho páginas no describe el contenido de los materiales incautados, pero confirma las afirmaciones del Departamento de Justicia de la existencia documentos muy delicados y secretos entremezclados con otros artículos en la residencia de Trump, una aparente violación de las leyes federales.
La jueza federal Aileen Cannon del Distrito Sur de la Florida ordenó levantar el sello al inventario después de escuchar el jueves argumentos de los abogados de Trump y fiscales federales a solicitud del exmandatario.
El inventario divulgado este viernes por el Departamento de Justicia revela en términos generales el contenido de 33 cajas y contenedores incautados durante el allanamiento del 8 de agosto en Mar-a-Lago.
Aunque no describe el contenido de los documentos, el inventario revela la cantidad de información clasificada, incluso con el rótulo de “alto secreto”, en cajas, mezclada con diarios, revistas, ropa y otros objetos personales.
También revela por primera vez la cantidad de documentos no clasificados que Trump conservaba en la casa a pesar de que debía haberlos entregado los Archivos Nacionales y la Administración de Documentos de Estados Unidos, que había tratado de obtenerlos durante meses.
El Departamento de Justicia ha dicho que no había un lugar seguro en Mar-a-Lago donde guardar secretos de Estado y ha iniciado una investigación penal sobre el hecho de que se encontraran allí y lo que considera meses de intentos de obstruir la investigación.
Además, investiga posibles violaciones de otra ley que penaliza la mutilación u ocultamiento de documentos de gobierno, secretos o no.
En otro documento también liberado este viernes, los fiscales federales dijeron que los materiales clasificados, que suman más de 100, fueron separados para “almacenarlos de acuerdo con los procedimientos apropiados que rigen” para esa condición.
Sin embargo, en una nota al pie, expresaron su aparente desagrado con la orden de Cannon de liberar la información.
La evidencia incautada en la propiedad de Trump, explicaron, “contiene el tipo de información que, regularmente, no se compartiría con el propietario de un lugar que ha sido registrado bajo una orden judicial”.
Mientras tanto, el Departamento de Justicia lleva a cabo una investigación penal, las agencias de inteligencia evalúan los posibles daños causados por el mal manejo de la información clasificada y la jueza Connor estudia si designa a un supervisor especial independiente para revisar la documentación.
“Se utilizarán los materiales incautados para proseguir la investigación del gobierno y el equipo investigador seguirá usando y evaluando los materiales a medida que toma nuevas medidas de investigación, como entrevistas con testigos y prácticas del jurado investigador”, informó el Departamento.
Añadió que “las pruebas adicionales relativas a los materiales incautados”, incluida la manera como estaban depositados, “servirán para la investigación del gobierno”.
* Con información de Masood Farivar, periodista de VOA, y de la agencia AP.
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