Torrenciales lluvias continúan en el noroeste de Pakistán, las cuales han cobrado la vida de por lo menos 1400 personas, hasta el momento.
Los esfuerzos de ayuda se han visto socavados por las carreteras y puentes inundados, así como los daños ocasionados a los servicios públicos.
La Organización de Naciones Unidas, ONU, dijo que las inundaciones han afectado a más de tres millones de personas.
Algunos supervivientes se quejan de la respuesta del gobierno ante el desastre.
La fundación de la ONU para la infancia, Unicef, dijo que es crucial que haya alimentos y agua limpia para beber y que preocupa la posibilidad de epidemias.
Simon Schorno, vocero de la Cruz Roja en Washington, en declaraciones a la Voz de América, dijo que existe un enorme riesgo de contaminación del agua en las áreas afectadas y que la organización está en conversaciones con el gobierno paquistaní para darles a los trabajadores de ayuda más acceso a las áreas que más la necesiten.