SAN FRANCISCO- Peter Schey, presidente del Centro de Derechos Humanos y Leyes Constitucionales y principal precursor del Acuerdo Flores, y quien ha sido durante mucho tiempo un pionero en la defensa en la corte de niños inmigrantes habló con la Voz de América de la situación de esos menores y sus expectativas.
Schey explicó que ha estado luchando en corte desde marzo, cuando comenzó lo peor de la pandemia del COVID-19, para lograr la liberación de cerca de 6.000 niños retenidos en centros de detención familiar. Algunos de estos menores no están acompañados y han vivido una prolongada detención por parte de la actual administración.
La gestión del abogado logró que una juez federal ordenará el 28 de marzo la liberación de los menores retenidos por más de 20 días en tres centros en Texas y Pensilvania, los cuales son operados por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés). Algunos de esos menores estuvieron bajo custodia de las autoridades de inmigración desde 2019.
Lucha constante
Schey explicó a la VOA que desde el primer dictamen ha ido al tribunal dos veces más “y la corte ha emitido dos órdenes que requieren la liberación de niños”, explicó. De acuerdo con esos fallos federales a mediados de julio el gobierno de Estados Unidos deberá haber liberado a 6.000 niños detenidos.
Esta resolución se logró según Schey exigiendo el cumplimiento del Acuerdo Judicial Flores, “un convenio con el gobierno sobre el tratamiento y la liberación de niños inmigrantes”, sobre la base del acuerdo “entre abril y mayo ya se ha logrado la liberación de cerca de 4.000 niños", apuntó.
En resumen, según el acuerdo los niños tienen dos derechos básicos, tienen derecho a ser retenidos en una instalación autorizada con licencia estatal y las condiciones de detención deben ser seguras y sanitarias.
El abogado detalló que por lo menos son 1.000 los menores que aún faltan por liberar, de ahí que están “haciendo todo lo posible para tratar de liberarlos”.
¿Qué pasa con los niños detenidos con sus padres?
Schey explica que uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan es que el Acuerdo Flores se limita a los menores y no se extiende a los padres, lo que ha posibilitado a las autoridades actuar de manera “muy lenta” a la hora de liberar a las familias.
La esperanza que sean liberados juntos en ocasiones se ha vuelto un impedimento para que los niños salgan de los centros y se alejen de los focos de infección del coronavirus.
Después de la orden para liberar a los infantes ICE comunicó que está siguiendo la guía de los Centros para el Control de las Enfermedades ( CDC) y que evalúa constantemente a los detenidos para descartar algún riesgo de contraer COVID-19 y así “determinar si la detención continua es apropiada”.
Además, a través de un comunicado de prensa la institución dijo que a las familias se les ha dado la posibilidad de dejar salir a los niños bajo la responsabilidad de un patrocinador mientras ellos seguían detenidos o de que permanezcan junto a sus padres. “Los padres declinaron el ofrecimiento de las autoridades”.
Sophia Cortez, directora ejecutiva emérita de la Asociación Nacional Salvadoreña Americana (SANA) y consejera de la Coalición Latina de Los Ángeles, ahondó en el tema del patrocinador el cual ven como “obstáculo”, porque como mencionó ICE, ellos no quieren separarse de sus hijos o “no tienen parientes o conocidos a quienes dejarlos”.
El abogado Peter Schey por ejemplo, dirige un hogar que recibe a los niños no acompañados llamado Casa Libre, pero se necesitan más de estos centros o patrocinadores, de lo contrario los niños no tienen opción alguna de ser liberados.
Cortez también hizo énfasis en que, si solo los niños son liberados, muchos de ellos se enfrentan a una separación forzosa, lo cual es contraproducente.
ICE negó el mes pasado que busca poner a niños y padres ante una separación forzosa y ha recalcado “que todos sus procedimientos son en conformidad con las indicaciones del Departamento de Seguridad Nacional”.
Asimismo, certificó que los grupos familiares detenidos que pasan la entrevista de "miedo creíble" son dejadas en libertad en un lapso aproximado de 20 días.
Algo que no siempre se cumple de acuerdo con Schey, para quien el actual gobierno ha reducido en un gran porcentaje la liberación de padres junto con sus hijos dentro de dicho tiempo.
En la actual administración los padres continúan detenidos hasta que se completa el proceso de inmigración, “que puede llevar meses y meses. Ese es el problema que enfrentamos bajo la administración Trump” aclaró el abogado.