Las dos principales entidades internacionales de la salud y los refugiados firmaron este jueves un acuerdo con la intención de “fortalecer y promover los servicios de salud pública para los millones de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR por sus siglas en inglés) firmaron el memorándum de cooperación, que amplía y actualiza uno que databa de 1997.
“Un objetivo clave este año será apoyar los esfuerzos en curso para proteger a unos 70 millones de personas desplazadas por la fuerza de COVID-19”, señala el comunicado de la OMS.
De los desplazados, asegura la comunicación, alrededor de 26 millones de estos son refugiados, “el 80 por ciento de los cuales permanecen en países de bajos y medianos ingresos con sistemas de salud débiles”.
Otros 40 millones de desplazados internos también requieren asistencia, asegura la OMS.
"La asociación a largo plazo de ACNUR con la OMS es fundamental para frenar la pandemia de coronavirus y otras emergencias: día tras día, está mejorando y salvando vidas de millones de personas obligadas a huir de sus hogares", dijo el Alto Comisionado, Filippo Grandi.
En tanto, Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, y que diariamente lidera una rueda de prensa virtual, dijo que ambas organizaciones están comprometidas en “proteger la salud de todas las personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares y garantizar que puedan obtener servicios de salud cuando y donde los necesiten”.
ACNUR también se unió al Fondo de Respuesta Solidaria COVID-19, que fue lanzado el pasado 13 de marzo y hasta la fecha ha recaudado 214 millones de dólares; una contribución de 10 millones de dólares de ese fondo ha sido destinado al trabajo con los refugiados, indica el informe.
