El Gobierno de Estados Unidos propuso el viernes formalmente una expansión radical de su recolección de datos de ADN y otro tipo de información biométrica de inmigrantes, para ir más allá de los migrantes detenidos e incluya, entre otros, a ciudadanos patrocinadores, que son residentes permanentes que piden la tarjeta de permanencia definitiva para un familiar.
La propuesta también amplía la información biológica que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) recopila, yendo más allá del material genético para incluir escaneos oculares, impresiones de voz y huellas dactilares, dijo el Servicio de Ciudadanía e Inmigración del departamento en un aviso en la gaceta oficial.
Esta es la más reciente medida del presidente Donald Trump, quien llegó al cargo en parte por su retórica antiinmigración, para cumplir sus promesas de campaña a menos de dos meses de que busque la reelección en noviembre.
El año pasado, su gobierno pidió reunir en una base de datos el ADN de los migrantes detenidos por las autoridades, argumentando que está permitido por una ley de 2005 y que eso podría ayudar a detectar fraudes y resolver delitos.
La propuesta del viernes, anunciada por primera vez el 1 de septiembre, ampliaría enormemente una fuente de datos que, según el DHS, ayudaría a probar relaciones familiares, verificar identidades y corroborar antecedentes penales. Además incluiría a los niños, entre otros cambios.
Los críticos han dicho que la iniciativa plantea serias preocupaciones sobre la privacidad.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) criticó la medida la semana pasada, al decir que obstaculizaría la inmigración legal y sostener que plantea preguntas sobre el almacenamiento de datos y la vigilancia del gobierno.
No está claro cuándo el DHS llevará a término la norma. Representantes del departamento no respondieron a una solicitud de comentarios.