“Por el momento, la situación en la frontera no ha cambiado. El gobierno de Estados Unidos no permitirá que personas sin visa, y otra documentación apropiada ingresen a los Estados Unidos. La frontera permanece cerrada a quienes intenten ingresar de manera irregular, ya sea individualmente o en caravana” fueron las palabras contundentes del encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en El Salvador, Brendan O'Brien.
El mensaje publicado en un video a través de su cuenta de Twitter es un llamado a la población que cree que el cambio de administración es un pasaporte para entrar en EE. UU. de forma ilegal.
O’Brien pidió a aquellos que están pensando emprender el viaje quedarse en casa y no dejarse engañar por “las promesas falsas de los coyotes”, ya que la frontera no está abierta. “No emprenda un viaje que es especialmente peligroso debido a la pandemia de COVID-19”, insistió.
El mensaje del diplomático coincide con las palabras de Roberta Jacobson, coordinadora de asuntos de la frontera de la Casa Blanca, quien insiste que este no es el momento para que las personas que desean solicitar asilo emprendan un viaje hacia el norte porque es “muy peligroso”.
Jacobson insistió en una entrevista con la Voz de América que los migrantes deben esperar que hayan “opciones, más seguras y menos costosas (…), para quizás tener la posibilidad de llegar a EE. UU. en el futuro”.
Ambos funcionarios coinciden en que la actual administración está trabajando en la creación de un plan migratorio justos, seguro y humano. Además, buscará invertir en programas que puedan proteger a los migrantes en sus propios países donde puedan tener las herramientas necesarias para tener una vida digna.
El martes se conoció que el mandatario dio la aprobación a tres decretos sobre inmigración y sobre cómo atacar las causas que generan ocurra de forma irregular. El proyecto busca atacar las causas subyacentes como inestabilidad, la violencia y la inseguridad económica que motiva a los centroamericanos a emprender el viaje, entre otras causas.
O'Brien puntualizó que la administración Biden trabajará con El Salvador sobre el tema y buscarán la construcción de “una nación segura y próspera, donde todos los salvadoreños puedan salir adelante”.
