El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ordenó el sábado que FEMA, la agencia de manejo de emergencias que generalmente responde a inundaciones, tormentas y otros desastres importantes ayude a cuidar a un número creciente de niños migrantes que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México.
El secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés), Alejandro Mayorkas, informó en un comunicado de prensa que desplegaría la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) "para ayudar a recibir, albergar y transportar a los niños" durante los próximos 90 días.
La medida señala el alcance de una creciente crisis humanitaria y política para la administración del presidente Joe Biden, un demócrata que asumió el cargo el 20 de enero. El aumento de llegadas se produce cuando Biden ha revertido algunas de las políticas restrictivas del expresidente Donald Trump, un republicano.
Los menores no acompañados que están cruzando la frontera son transferidos por funcionarios de inmigración a otra agencia federal, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS). Pero un fuerte aumento de niños que llegan sin padres o tutores legales ha excedido la capacidad de los refugios, que se ha reducido en un 40% para limitar la propagación del COVID-19.
Las restricciones de capacidad de los refugios relacionadas con el coronavirus se levantaron el 5 de marzo, pero solo unas 200 camas volvieron a estar en línea la semana pasada, dijo un funcionario de la administración a los periodistas el viernes.
No está claro exactamente cómo ayudará FEMA, aunque la agencia tiene experiencia en vivienda y cuidado de las personas que quedan sin hogar. La declaración de Seguridad Nacional dijo que FEMA ayudaría a buscar "todas las opciones disponibles para expandir rápidamente la capacidad física para un alojamiento apropiado".
Una declaración de FEMA agregó que también estaba trabajando con el HHS "para proporcionar alimentos, agua y atención médica básica".
Se supone que los niños migrantes detenidos en la frontera saldrán de la custodia de la Patrulla Fronteriza en un plazo de 72 horas. Pero cuando el espacio en los refugios es limitado, pueden quedarse atrapados en centros de detención fronterizos por períodos más largos, como está sucediendo ahora.
Las estaciones fronterizas fueron construidas para albergar a hombres adultos por períodos cortos y podrían representar un riesgo de salud COVID-19 para los niños y el personal si están superpoblados.
Más de 3.600 niños migrantes estaban retenidos en instalaciones fronterizas de Estados Unidos hasta el jueves por la mañana, dijo un funcionario estadounidense a Reuters, eso es más de cuatro veces la cantidad de fines de febrero. Hasta el viernes, la oficina de refugiados del HHS tenía cerca de 8.800 niños no acompañados bajo custodia.
FEMA también ayudó a coordinar una respuesta a la afluencia de menores no acompañados en 2014, bajo el ex presidente Barack Obama.