El líder de la organización defensora de los derechos civiles de los latinos más antigua de Estados Unidos dijo el miércoles que "rescindió" una carta en la que respaldaba la propuesta migratoria del presidente Donald Trump —que incluye el levantamiento de un muro fronterizo— tras recibir indignadas críticas de miembros de su organización y de activistas.
Roger Rocha, presidente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos de Estados Unidos (LULAC, por sus siglas en inglés), dijo que escribió la carta a solicitud del gobierno de Trump mientras el grupo que dirige se encontraba en conversaciones para alcanzar un acuerdo en torno a la reforma migratoria.
"Fue enviada en un momento inoportuno, porque la mayor parte de la gente piensa que esta carta está respaldando lo que el presidente dijo sobre la inmigración en su discurso sobre el Estado de la Unión", afirmó Rocha. "No es así. La misiva versaba sobre conversaciones que tuvimos antes. El presidente cambió de parecer y nosotros no podemos hacer nada al respecto".
Rocha le escribió a Trump esta semana para decirle que LULAC respaldaría el plan del mandatario para que se levante un muro en la frontera con México y para que haya mayores restricciones a la inmigración, a cambio de que el gobierno le brinde protección a los inmigrantes jóvenes que fueron traídos ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños.
"Los cuatro pilares que usted ha delineado (seguridad fronteriza; legalización del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, conocido como DACA; protección del núcleo familiar, y la eliminación de la lotería de visas) son elementos que LULAC puede respaldar si permanecen dentro del marco actual que usted ha propuesto", escribió Rocha en una carta con fecha del 28 de enero.
"Lo exhorto a mantenerse comprometido con sus propuestas a fin de evitar que el Congreso presente variantes".
La carta provocó fuertes reacciones de miembros de LULAC y otros activistas en todo el país, según los cuales tal declaración perjudica a los hispanos.
Un integrante del grupo en Albuquerque, Ralph Arellanes, declaró que la construcción de un muro nunca debe ser parte de un acuerdo migratorio.
"Como todos los demás, me gustaría que el Congreso encontrara una solución permanente para los estudiantes del DACA", dijo Arellanes, al referirse al programa creado durante el gobierno de Barack Obama. "Pero el muro... ése no es el mensaje que quieres enviar".
En las redes sociales, miembros de la agrupación y activistas por los derechos de los hispanos arremetieron contra Rocha por su carta y respaldo a un plan que muchos ven como racista.
La directora de la organización en el estado de Washington, Diana Pérez, enfatizó que la carta de Rocha no fue aprobada por la junta directiva de LULAC.
"Estamos trabajando juntos para atender esta desafortunada situación y permanecer unidos como una organización por los derechos civiles con un propósito y dirección claros", comentó Perez en un comunicado.
Algunos miembros hicieron circular peticiones para que Rocha renuncie.
Rocha, de Laredo, Texas, consideró que la reacción es "política normal de LULAC" y dijo que no tiene intención de renunciar.
Indicó que su grupo no le está dando la espalda a la comunidad de inmigrantes y no respalda ningún cambio que le impediría a éstos solicitar legalmente el ingreso de su familia a Estados Unidos.
"Somos el único grupo defensor de los derechos civiles de los hispanos en la mesa de negociaciones", señaló Rocha. "Seguiremos en diálogo con el gobierno".