Un informe de la Asociación Americana del Pulmón divulgado este martes afirma que cerca de la mitad de los estadounidenses respira aire insalubre y existe una contaminación ambiental en nueve ciudades del oeste del país.
El informe anual sobre el “Estado del aire” describe que el cambio climático sigue empeorando la contaminación del aire y señala que en medio de la pandemia de coronavirus, que ataca los pulmones, el estado de la calidad del aire causa “una gran preocupación”.
El documento, que analiza datos recopilados en 2016, 2017 y 2018, dice que estos tres años están entre los cinco más calientes registrados en la historia y los patrones de cambio climático promueven incendios forestales cuyos humos peligrosos contribuyen a una mayor contaminación.
“El informe halló que la calidad del aire en algunas comunidades ha mejorado, pero (… ) todavía hay demasiadas personas respirando aire insalubre,” dijo el presidente y director ejecutivo de la Asociación Americana del Pulmón, Harold Wimmer.
Esta calidad degradada de aire amenaza a todo el mundo, particularmente a la niñez, a los adultos mayores y a las personas que viven con enfermedades pulmonares.
“La contaminación del aire está vinculada a un riesgo mayor de infecciones del pulmón", añadió Wimmer. “Proteger a todos frente a la COVID-19 y otras infecciones del pulmón es un recordatorio urgente de la importancia que tiene el aire limpio”.
Los informes anuales de la Asociación Americana del Pulmón se enfocan en los dos contaminadores de aire exterior más comunes: el ozono y el particulado. Ambos son peligrosos para la salud pública y pueden ser mortales.
Las partículas insalubres en el aire provienen de fuegos forestales, cocinas con leña, plantas de energía eléctrica producida por carbón, motores de diésel y otras fuentes. Estas partículas microscópicas se alojan en lo profundo de los pulmones y pueden incluso entrar al torrente sanguíneo.
La contaminación con particulado puede provocar ataques de asma, paros cardiacos e infartos, y causar cáncer del pulmón. Las investigaciones nuevas también vinculan la contaminación del aire con el desarrollo de enfermedades serias como el asma y la demencia.
La contaminación con ozono, que a menudo se conoce como esmog, es un irritante respiratorio poderoso cuyos efectos se han descrito como una insolación del pulmón.
Respirar ozono puede causar falta de aire y provocar tos y ataques de asma que pudieran acortar la vida. Las temperaturas más cálidas provocadas por el cambio climático hacen que sea más fácil la formación de ozono y que sea más difícil de limpiar.
El informe tiene dos renglones para la contaminación con particulado: uno para la contaminación con particulado “a corto plazo” –o alzas de un día– y otro para el nivel “anual” que representa la concentración de partículas día tras días en cada lugar.
El informe señala que las 10 ciudades de Estados Unidos con mayor contaminación con particulado a largo plazo son: Fresno-Madera-Hanford, California; Bakersfield, California; San José-San Francisco-Oakland, California; Fairbanks, Alaska; Yakima, Washington; Los Ángeles-Long Beach, California; Missoula, Montana; Redding-Red Bluff, California; Salt Lake City-Provo-Orem, Utah, y Phoenix-Mesa, Arizona
Las 10 ciudades con mayor contaminación por particulado anual son: Bakersfield, California; Fresno-Madera-Hanford, California; Visalia, California; Los Ángeles-Long Beach, California; San José-San Francisco-Oakland, California; Fairbanks, Alaska; Phoenix-Mesa, Arizona; El Centro, California; Pittsburgh-New Castle-Weirton, Pensilvania-Ohio-Virginia Occidental, y Detroit-Warren-Ann Arbor, Michigan.
Las 10 ciudades con mayor contaminación con ozono son: Los Ángeles-Long Beach, California; Visalia, California; Bakersfield, California; Fresno-Madera-Hanford, California; Sacramento-Roseville, California; San Diego-Chula Vista-Carlsbad, California ; Phoenix-Mesa, Arizona; San José-San Francisco-Oakland, California; Las Vegas-Henderson, Nevada, y Denver-Aurora, Colorado.
El reporte menciona también a las cuatro ciudades con el aire más limpio de Estados Unidos: Bangor, Maine; Burlington-South Burlington-Barre, Vermont; Honolulu, Hawái, y Wilmington, Carolina del Norte.
“La ciencia es clara”, dijo Wimmer. “La nación necesita mayores límites en la contaminación con ozono y particulado para salvaguardar la salud, especialmente de los niños y de la gente con enfermedades del pulmón".
