“No me alcanza”, “todo está muy costoso”, “estoy gastando el doble”. Este tipo de frases se escuchan diariamente en conversaciones familiares, con amigos y en el trabajo, debido al elevado incremento de la inflación en Colombia.
A comienzos de enero, el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas DANE reveló que la inflación en este país alcanzó el 13,12 % en 2022, una cifra que representa un elevado incremento si se compara con el 5,62 % de hace un año, y que solo se asemeja con el alcanzado en marzo de 1999, con un 13,51 %.
Es así como algunos productos de la canasta familiar, los pasajes, el transporte, la ropa, la gasolina, entre otros, han subido su precio.
La Compañía TransUnion reveló en su más reciente estudio ‘Consumer Pulse’ del cuarto trimestre de 2022 que el 74 % de los colombianos encuestados dice estar extremadamente o muy preocupado por la inflación.
Kevin Murcia, por ejemplo, le contó a la Voz de América que la libra de papas que compraba a 100-200 pesos (0,04 centavos de dólar) hace tres o cuatro años “hoy ya vale 2.000 pesos (0,50 centavos de dólar)”.
“Es evidente que el nivel de vida en Colombia cada vez se hace más bajo por la pérdida de la capacidad adquisitiva de nosotros como colombianas y colombianos”, agregó.
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Una situación que también percibe Carlos Rojas, un ciudadano que se gana la vida lustrando zapatos en el centro de Bogotá. “Me ha tocado trabajar más, me tocó disminuir el diario, porque es que esto está muy caro, eso no hay dónde escoger”, dijo.
“Lo que compraba antes, ahora me toca comprar la mitad. Porque es que es muy caro. Todo está muy caro. Les subieron fue a todo”, expresó a la VOA.
Agentes externos e internos
Colombia no ha sido ajena a un fenómeno inflacionario que vive el mundo y que en este país “no parece tener techo”, dice Camillo Herrera, fundador de la consultora Raddar, debido a que lo que más está subiendo de precio son los alimentos, que representan “cerca del 32 % del gasto de los hogares”.
Los alimentos y bebidas no alcohólicas tuvieron la inflación más grande en Colombia, con un 27,81 %, según el DANE, seguidos por los restaurantes y hoteles (18,54 %), transportes (11,59 %), y prendas de vestir y calzado (11,22 %), que tuvieron un pico muy alto en diciembre del año 2022. Durante los primeros meses de 2023, las alzas se incrementarán en los servicios, arriendos, salud y educación, dice Herrera.
La situación le preocupa a Marta Rincón, quien le contó a la VOA que ha visto un alza de precios desde el año pasado, pero que desde el 1 de enero, empeoró su panorama.
“Fui a hacer mercado y la canasta familiar subió superterrible. Ya no podemos sino comer huevos, no se puede acceder a un pedazo de carne porque esta supercostoso… Yo antes hacía semanalmente con un valor y ahora me tocó duplicarlo porque realmente nos vemos afectados muchos”, afirma la abogada, con un poco de indignación, pues además dice que antes se movilizaba en carro, y que hoy no le alcanza para la gasolina y debe acudir al transporte público o a caminar.
Economistas y expertos explicaron a la Voz de América que el mundo está interconectado y, al ser Colombia una economía pequeña, “es muy vulnerable a los grandes cambios de mercado”, dijo Herrera.
El confinamiento causado por la pandemia, que rompió las cadenas globales de suministro y logística a nivel mundial, la invasión de Rusia a Ucrania, que afectó la cadena de abastecimiento de los alimentos en muchos de los países, también son factores que han influido en el incremento de los precios. Asimismo, el bajo crecimiento económico previsto para Estados Unidos golpeará las economías latinoamericanas.
Javier Hernández, director de "Invierta para ganar", un sitio web de educación financiera, explicó a la VOA que otro componente que afecta los precios es el de los combustibles fósiles, en particular el petróleo y sus derivados, como la gasolina, que “estuvo subiendo durante absolutamente todo el año pasado y es un tema cíclico”.
Para el ingeniero Hernández, inversionista y conferencista internacional, la situación también tiene relación con la elección de Gustavo Petro como presidente. Es la primera vez que se elige un presidente de izquierda y “muchos de los inversionistas se ponen nerviosos, paran proyectos”, y más cuando se vislumbran cambios con la explotación petrolera.
Otro factor que ha influido recientemente, dicen los analistas, es la depreciación del peso colombiano frente al dólar en más de un 25 % de su valor.
¿Qué esperar?
El Banco de la República tiene una meta de alcanzar una tasa de inflación del 7 % en 2023. Se espera, entonces, que el banco suba sus tasas de interés y que la inflación tienda a bajar, lo que se traduce en que los créditos de vivienda, las tasas de las tarjetas de crédito y de los préstamos de libre inversión también se incrementen.
La Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo, Fedesarrollo, prevé que enero del presente año registre una inflación del 13,36 %.
Para el fundador de Raddar, desde 2019 los economistas han perdido la capacidad de proyectar variables económicas, debido a factores inesperados que se están presentando en el mundo. Pero afirma que, como centro de investigación, ven que la inflación podría llegar a un techo en marzo o en abril de 2023 y que en el segundo semestre comience a ceder para, a final de año, estar cerca del 7 %, si no se presentan fenómenos inesperados.
Medidas del gobierno
La reducción temporal de aranceles, apoyo a pequeños productores para la compra de insumos agrícolas e instrumentos financieros para respaldar a este sector son algunas medidas del gobierno para mitigar el alza de precios de los alimentos.
En cuanto a los precios de la energía, el gobierno buscó un acuerdo con las empresas del sector para adoptar regulaciones para estabilizar las tarifas de la energía a partir de noviembre de 2022.
Según el Ministerio de Hacienda, se hizo una identificación de actividades, bienes y servicios que podrían ser desindexados del salario mínimo en los sectores de agricultura, educación, servicios públicos, transporte, vivienda, etc. Y se han hecho aumentos graduales en los precios de la gasolina y el ACPM.
Además, dice la cartera, se aprobó un subsidio para madres cabeza de familia equivalente a 500.000 pesos mensuales (un poco más de 100 dólares).
Una tercera medida tiene que ver con el aumento de los salarios. “En la medida en que van a aumentar, particularmente el salario mínimo, que aumenta un 16 por ciento ante una inflación del 13,12 % por ciento del año pasado, va a permitir a los hogares tener una mayor capacidad de compra”, explicó Herrera. Esto también genera un aumento de costos en las empresas que va a hacer que los precios suban.
Para el economista de Raddar, las medidas que se han implementado han logrado funcionar en ciertos temas, pero no en todos, porque la situación no depende de una sola razón y los efectos, al no ser de corto plazo, aún no se puede medir.
Según Hernández, las medidas del gobierno “son necesarias, pero hay que ir más allá”, porque es necesario que el ciudadano se eduque para responder adecuadamente a este tipo de coyunturas.
En América Latina, la inflación es un tema que preocupa a todas las naciones. Uno de los casos más complejos es el de Argentina, con una inflación del 94,8 % y Venezuela, que cerró el año pasado con una inflación de 305,7 %. En Chile, alcanzó un 13,3%. Entre los países que se ubican por debajo de Colombia se encuentran Perú (8,56), Uruguay (8,29 %), Paraguay (8,1 %) y México (7,82 %), algunos de ellos con cifras de inflación récord.
No obstante, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señaló a comienzos de enero que la inflación, a nivel regional, descenderá este año.
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