El Parlamento de Indonesia aprobó este martes un nuevo código penal que prohíbe las relaciones sexuales fuera del matrimonio y la cohabitación entre parejas que no estén casadas, un proyecto que tuvo el apoyo de todos los partidos políticos.
El nuevo código, que se aplicará por igual a indonesios y extranjeros, ha generado temores de que pueda alejar a los turistas de sus centros tropicales y afectar las inversiones.
Por si fuera poco, también prohíbe insultar al presidente y las instituciones del Estado, propagar puntos de vista contrarios a la ideología estatal y protestar públicamente sin permiso.
El código penal vigente penalizaba el adulterio, pero no las relaciones sexuales antes del matrimonio. La nueva ley impone un año de cárcel por el adulterio y de seis meses por la cohabitación, y los cargos deben basarse en denuncias policiales presentadas por cónyuges, padres o hijos de la persona acusada.
El nuevo código penal deberá ser ahora firmado por el presidente Jodo Widodo, pero no se aplicará de inmediato y se ha fijado un máximo de tres años para la transición del marco antiguo al nuevo.
Maulana Yusran, segundo jefe de la junta de turismo de Indonesia, dijo que el nuevo código es “totalmente contraproducente” en un momento en que la economía y el turismo comienzan a reponerse de los estragos de la pandemia del COVID-19.
También el embajador de Estados Unidos, Sung Kim, consideró que las medidas podrían reducir las inversiones, el turismo y los viajes a la tercera democracia del mundo.
"Criminalizar las decisiones personales de los individuos pesará sobre las decisiones de muchas compañías que quieran invertir en Indonesia”, dijo Kim.
Grupos de derechos criticaron varias de las reformas como demasiado amplias o vagas, y advirtieron que apresurar su aplicación podría penalizar actividades normales y amenazar la libertad de expresión y los derechos de privacidad.
Sin embargo, algunos activistas lo celebraron como una victoria para la minoría LGTBQ del país. En una encendida sesión de deliberación, los legisladores acordaron finalmente eliminar un artículo propuesto por grupos islámicos que habría ilegalizado el sexo homosexual.
En respuesta a las críticas, el ministro de Leyes y Derechos Humanos de Indonesia, Yasonna Laoly dijo que “no es fácil para un país multicultural y multiétnico crear un código penal que pueda satisfacer a todos los intereses”.
La reforma llevaba décadas estancada mientras los legisladores del país de mayoría musulmana más poblado del mundo lidiaban con cómo adaptar su cultura y normas nativas al código penal, un legado del gobierno colonial holandés.
Una reforma anterior estuvo cerca de aprobarse en 2109, pero el presidente Widodo instó a los legisladores a demorar la votación ante las crecientes críticas de la población, que derivaron en protestas nacionales en las que decenas de miles de personas tomaron las calles.
Los críticos denunciaron falta de transparencia en el proceso de redacción de la ley y afirmaban que algunos artículos discriminaban a minorías.
La respuesta pública al nuevo código ha sido hasta ahora bastante silenciosa, con solo pequeñas protestas reportadas en Yakarta desde el lunes.
[Con información de AP y Reuters]
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