Por primera vez desde que comenzó la epidemia de coronavirus en China las autoridades informaron este martes la muerte de 100 personas en un día, al tiempo que un venerado investigador dijo que el brote podría desaparecer en abril y la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió de una amenaza global “muy grave”.
Con la cifra de muertos que supera ya el millar y los nervios en vilo en todo el mundo, el público y las autoridades se preguntan si una propagación global del virus podría causar tantos estragos como en China.
Hasta ahora solamente 319 casos han sido confirmados en otros 24 países, según datos de la OMS, con dos muertos, uno en Hong Kong y el otro en Filipinas, pero las 1.017 muertes y los 42.708 casos en China no ayudan a calmar los ánimos.
Las autoridades de salud analizan si la enfermedad ya está alcanzando su punto máximo antes de comenzar a ceder e incluso un epidemiólogo chino que se destacó en la epidemia de SARS en 2003, Zhong Nanshan, de 83 años, expresó este martes su esperanza en que todo haya terminado para abril.
En Ginebra, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se mostró menos optimista y apeló a compartir muestras del virus para acelerar las investigaciones y el desarrollo de medicamentos y vacunas.
"Con el 99% de los casos en China, esto sigue siendo una emergencia para ese país, pero una que mantiene una amenaza muy grave para el resto del mundo”, advirtió Tedros.
Por lo pronto, la muralla de protección establecida fuera de China al parecer tiene contenido al coronavirus, con un mínimo de casos nuevos reportados en el mundo.
En el puerto de Yokohama, en Japón, el crucero Diamond Princess, que fue puesto en cuarentena la semana pasada con 3.700 personas a bordo tras descubrirse varios casos, ha registrado 135 infectados y permanece aislado.
China trata de regresar a la normalidad
Después de extender las festividades del Nuevo Año Lunar por una semana más al comenzar la epidemia a finales de enero en Wuhan y concentrar en sus ciudades a decenas de millones de personas, las autoridades chinas permitieron el lunes el regreso de las personas a sus puestos de trabajo, con resultados mixtos.
Oficinas, tiendas y empresas abrieron sus puertas y algunos se aventuraron al exterior, pero otros muchos optaron por mantenerse en sus casas.
China necesita reanudar sus actividades en todos los frentes para amortiguar las pérdidas económicas que ha dejado la cuarentena forzada, durante la cual ni el transporte público funcionaba.
Para levantar la moral, el principal noticiero de la cadena estatal mostró el martes una visita del presidente Xi Jinping a un centro de salud en Beijing en que expresó su confianza en ganar la “guerra contra la enfermedad”.
Xi llevaba una mascarilla y pasó por un control de temperatura corporal antes de dar las gracias al personal sanitario en nombre del partido y el gobierno.
Los expertos tratan de calcular hasta qué punto la enfermedad ha afectado la economía de China, la segunda del mundo, y la capacidad que tendrá para recuperarse.
Mucho se desconoce aún de este coronavirus, cuyo origen fue rastreado hasta un mercado de venta ilegal de animales salvajes en Wuhan y los investigadores lo ha vinculado con murciélagos.
Se ha establecido que el período de incubación es de hasta 24 días en lugar de 14 como se pensaba anteriormente.
La enfermedad provoca fiebre, tos, problemas respiratorios y, en casos graves, neumonía. No existe un medicamento específico para curarla y las autoridades de salud de China y Estados Unidos tratan de desarrollar una vacuna, la cual, según los laboratorios podría tardar meses.