Un incendio forestal, ahora clasificado como el más destructivo de este verano, se multiplicó en cuestión de cinco horas y obligó a miles de residentes a huir de las llamas.
Unas 400 casas entre miles de otras estructuras como graneros, cobertizos y otras edificaciones han sido destruidas por las llamas, mientras las autoridades investigan la muerte de al menos una persona.
El incendio provocó escenas de caos y terror en el pueblo de Middletown, de 1.300 habitantes, donde la gente tuvo que salir huyendo entre postes telefónicos quemados, cables caídos, árboles humeantes y vehículos en llamas.
Horas después, imágenes de video de Reuters obtenidas en Middletown mostraban un paisaje devastado de vehículos ennegrecidos y cimientos carbonizados de edificios reducidos a cenizas.
"Aunque los equipos no han tenido la oportunidad de hacer una evaluación completa de los daños (...) sabemos que cientos de estructuras han sido destruidas", dijo el portavoz de Cal Fire, Daniel Berlant, en un mensaje publicado en Twitter.
Los bomberos de California dijeron que el incendio conocido como el Valle de Fuego muestra un “comportamiento insólito” sin que hasta ahora haya podido ser contenido.
El periódico Los Angeles Times dijo que el alguacil del condado Lake, donde se desarrolla el incendio, describió el siniestro como “la peor tragedia que el condado Lake ha visto alguna vez”.
El gobernador de California, Jerry Brown, declaró el estado de emergencia efectivo para Lake como para la región vinícola del Valle de Napa, hasta donde llegan las llamas. El viernes ya había declarado emergencia en otros dos condados –los de Amador y Calaveras.
Además del incendio del Valle una docena de incendios forestales siguen activos en California. El más grande ha quemado unas 54.000 hectáreas en la parte sur de la Sierra Nevada desde que comenzó el 31 de julio.
Se espera que una mejora en el clima, una onda fría que llega este lunes y que puede traer lluvias al área, ayuden a los bomberos a controlar los incendios.