El fuerte viento y las condiciones de sequía facilitaron el rápido y peligroso avance de un incendio forestal en el estado de Colorado, en el medio oeste de Estados Unidos.
Centenares de personas fueron desalojadas e incluso los propios bomberos tuvieron que abandonar sus residencias ante el avance de las llamas, aunque no se han reportado heridos.
Según informó Brett Haberstick, del cuerpo de bomberos de Sunshine, al amanecer realizarán el primer recuento de viviendas que hayan sido afectadas por las llamas.
El incendio estalló en el cañón Four Mile, al noroeste de la ciudad de Boulder, y se propagó rápidamente con una velocidad de más de 70 kilómetros por hora, debido al fuerte viento.
"Tuve que conducir a través de un muro de llamas", dijo Tom Neur un residente local en declaraciones a a la televisora KDVR-TV. "El parachoques del auto quedó totalmente derretido", decía con alivio por haber salido ileso.
Algunos vecinos dijeron que apenas lograron escapar de las llamas y según las primeras estimaciones de los bomberos, más de mil casas tuvieron que ser evacuadas en el cañón y zonas aledañas.