Todos los 100.000 residentes de la ciudad canadiense de Fort McMurray recibieron órdenes de evacuación mientras un enorme incendio forestal azota la región.
Autoridades en la provincia central de Alberta expandieron una orden de evacuación previa que estaba dirigida a 30.000 personas, debido a los fuertes vientos y elevadas temperaturas de casi 30 grados Celsius que alimentaban un incendio que previamente estaba bajo control.
“Nuestra atención ahora es total y completamente garantizar la seguridad de la gente, sacarlos de la ciudad, y asegurarnos que están seguros. El trabajo continúa en términos de asegurarnos que hacemos todo lo que podamos para detener el fuego”, dijo Rachel Notley, premier de la provincia de Alberta.
La policía cerró las sendas en sentido sur de la principal carretera que lleva a Fort McMurray después que el fuego cruzó la carretera forzando a decenas de residentes presa del pánico a dirigirse hacia el norte.
Varias casas y negocios han sido destruidos por el fuego. Más de 100 bomberos adicionales, aviones tanques y helicópteros han sido despachados a luchar contra el incendio.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, emitió una declaración en Twitter diciendo que él habló con la primer de Alberta, Rachel Notley y que le ofreció ayuda del gobierno federal.