En plena Pascua católica, un incendio intencional obliga a desalojar la Sagrada Familia de Barcelona, donde se encontraban más de 1.500 personas.
El siniestro causó serios daños en la cripta de la basílica, colmada de personas en los días previos a la Pascua.
La policía detuvo a un español de 65 años, del que se desconoce su identidad, como presunto autor del fuego. El sospechoso realizaba una visita guiada a la Iglesia, cuando por causas que se desconocen entró en la sacristía de la cripta —debajo del altar mayor— y empezó a quemar sotanas y otras prendas ceremoniales de los sacerdotes, dijo Joan Rigol, presidente de la Junta de la Sagrada Familia.
Un grupo de turistas que visitaba el templo alertó a los bomberos que tardaron 45 minutos en sofocar el fuego, rápidamente propagado por la iglesia.
Graves daños
Si bien las llamas no afectaron a la estructura de las instalaciones, la sacristía sufrió graves daños.
La monumental obra del arquitecto catalán Antoni Gaudí (1852-1926) quedó "preservado absolutamente todo", aseguró Rigol en declaraciones a los medios.
El Papa Benedicto XVI consagró el templo de la Sagrada Familia con una misa solemne celebrada en noviembre del año pasado. La Basílica, todavía en construcción en varias de sus fachadas, está abierta al culto religioso católico.