Un reportero y un fotoperiodista que trabajaban para el diario estadounidense The New York Times en Colombia se vieron obligados a salir del país al recibir amenazas después de ser señalados por una senadora del partido oficial, el Partido Centro Democrático.
Nicholas Casey, quien era el jefe del buró para los Andes del diario estadounidense, publicó un reportaje llamado ‘Las órdenes de matar del Ejército ponen en riesgo a civiles', en el que expone cómo los oficiales del ejército colombiano están siendo presionados para que aumenten las bajas y capturas en la lucha contra las bandas criminales y las guerrillas en el país.
Esta semana, Casey dijo a medios colombianos que tuvo que salir del país por falsas acusaciones de la senadora María Fernanda Cabal. El fotoperiodista compañero de Casey, es Federico Ríos, quien según el Knight Center de la Univeridad de Texas, en Austin, también tuvo que salir de Colombia.
Emmanuel Vargas, asesor de dirección de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), señaló "que la investigación hecha por Casey es de interés público; esto significa que tiene una especial protección por la libertad de expresión. Los funcionarios públicos, las entidades del estado, tienen el deber de proteger que estas investigaciones se puedan hacer", dijo.
Lea también: Colombia: “Medios públicos de un país son de la nación, no del gobierno”.
"Hacer estigmatizaciones, señalamientos y difusiones de información falsa lo que termina haciendo es generar un riesgo sobre los periodistas y desincentiva el debate público", agregó Vargas.
Por su parte, José Miguel Vivanco, director ejecutivo para Las Américas de Human Rights Watch, señaló que el caso representa un retroceso para el ejercicio de la libertad de expresión en Colombia: "Lo que han hecho hasta ahora es simplemente invocar el respeto que el actual gobierno tiene por la libertad de expresión en términos abstractos; si no hay una vez allí, no hay nada, sino una descalificación clara e inequívoca por parte del Gobierno de Colombia".
"Tratándose de una senadora que proviene de un partido que actualmente está en el poder, entonces creo que no es suficiente con las reacciones y las declaraciones que ha tenido el gobierno del presidente Duque ante unas acusaciones tan serias que obligan al periodista a salir del país", agregó Vivanco.
El gobierno de Colombia, a través de la Cancillería y el Ministerio de Defensa emitió el martes una carta al editor del New York Times en la que cuestiona las versiones citadas en el artículo.
"El autor se refiere a supuestas entrevistas con oficiales no identificados y a documentación oficial citada parcialmente y sacada de su contexto", dice el texto.
"Como no se han detallado las circunstancias en que esas entrevistas tuvieron lugar, nada se sabe sobre las motivaciones o, incluso, la veracidad de esas versiones", agrega el comunicado.
"Seamos claros: indicadores de esa naturaleza son absolutamente inaceptables para el Gobierno de Colombia. Entre otras cosas, implican conductas que, de ocurrir, deberán ser perseguidas y castigadas en su totalidad por el sistema judicial", dice el documento.
La carta acusa al periodista de no incluir versiones de un general que contradicen lo dicho en la nota.
Medios colombianos, citan al general Luis Fernando Navarro, comandante de las Fuerzas Militares, diciendo que en Colombia no hay riesgo de que civiles mueran en operaciones y que si eso llegara a suceder, prefieren cancelar la acción.
El domingo, la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez dijo en sus redes sociales que “Ningún periodista tiene que salir de Colombia por escribir columnas en que nos critiquen".
Tambén el domingo, Vivanco había preguntado en un tuit al ministro de defensa de Colombia si era cierto que "en este momento están interrogando a 15 oficiales en la sede de la segunda división del ejército para saber quién le dio la información al NYT".
Al respecto, según cita El Tiempo, el comandante de la Segunda División del Ejército, general Mauricio Moreno Rodríguez, aseguró que efectivamente estaban en una reunión con comandantes militares, en la sede de Bucaramanga, "pero para tratar temas ambientales".
El Tiempo también señaló que, a través de un comunicado oficial, el comandante afirmó que las versiones sobre las "supuestas indagaciones para “identificar fuentes” relacionadas con una publicación o sobre supuestos usos de polígrafos, no son ciertas y tampoco tienen fundamento de ninguna especie".
La senadora Cabal, señaló a Casey el domingo en un mensaje en Twitter, en el que lo acusa de haber estado "de gira con las Farc" en 2016 y de escribir noticias falsas.
Sin embargo, según publicó El Espectador, Casey le dijo a AFP Factual que: "el hombre con barba que aparece en la primera foto es él y que los uniformados detrás suyo integraban entonces la guerrilla de las Farc (...) Los visité para un reportaje que salió en 2016”, afirmó.
Según Casey, el hombre en la segunda foto, publicada por la senadora, es el fotoperiodista Ríos, quien según el medio colombiano "ya había publicado esta foto en su cuenta de Instagram el 19 de marzo de 2016".
El New York Times respondió a la senadora en Twitter, defendiendo su imparcialidad.