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HRW: Elecciones en Venezuela son “un fraude anticipado”


Jose Miguel Vivanco, director para Latinoamérica de Human Rights Watch considera que la oposición en Venezuela es víctima del régimen de Maduro y que no es posible un diálogo creíble si no se cumplen con ciertas condiciones. [Foto: Gesell Tobías, VOA].
Jose Miguel Vivanco, director para Latinoamérica de Human Rights Watch considera que la oposición en Venezuela es víctima del régimen de Maduro y que no es posible un diálogo creíble si no se cumplen con ciertas condiciones. [Foto: Gesell Tobías, VOA].

La Voz de América entrevista al director para Latinoamérica de la organización Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, para analizar la crisis que se vive en Venezuela, los escenarios luego de la convocatoria anticipada de elecciones presidenciales y las posibilidades de alcanzar un diálogo creíble entre el gobierno y la oposición.

¿Cuál es el análisis que hace usted de la decisión del gobierno venezolano de adelantar las elecciones presidenciales?

Hoy en día Venezuela está gobernada por una dictadura cívica militar. Es un régimen que se propone aferrarse al poder, perpetuarse en el poder a cualquier precio y ese es el régimen que está constantemente buscando maneras, trampas para lograrlo. Y si eso implica violaciones masivas, sistemáticas a los derechos fundamentales, el régimen está dispuesto a hacerlo.

En este caso no constituye una gran sorpresa este anuncio repentino de elecciones por parte del régimen de Maduro con el propósito de reelegirse por otros seis años. Son elecciones sin un sistema electoral creíble, sin un tribunal o consejo electoral que dé la más mínima garantía de imparcialidad, de seriedad, sin observación internacional y con restricciones muy serias a la libertad de expresión, con un número importante de presos políticos, con líderes de la oposición que están inhabilitados, perseguidos o bajo arresto o que no pueden participar de estas elecciones. Entonces se trata de un fraude anticipado. Lo que persigue el régimen es comprar algún grado de credibilidad sobre la base de un ejercicio fraudulento, de un proceso electoral que no tiene ni una base.

Sobre esto son importantes las declaraciones del Grupo de Lima que ha rechazado en términos rotundos estas elecciones y se trata de las principales democracias latinoamericanas sumadas a Canadá a este intento de Maduro de perpetuarse en el poder.

¿Hubiera sido mejor seguir con el diálogo que se inició en República Dominicana?

El diálogo hasta ahora ha sido una total farsa. Los resultados están a la vista, son pobrísimos y esto ocurre porque la asimetría entre el régimen dictatorial de Maduro y el de la oposición es plena, total. Cuando digo asimetría me refiero a que el grado de concentración de poder y el grado de responsabilidad que tiene la dictadura de Maduro respecto a lo que ocurre en Venezuela es el 100 por ciento. La oposición es víctima de lo que hace el régimen de Maduro. Acá no estamos con dos actores que tienen un grado de poder similar, que tienen un grado de responsabilidad compartida sobre los hechos y que pueden hacerse concesiones recíprocas. Eso en esencia lo constituye una negociación, un diálogo entre partes relativamente equivalentes. Acá la desproporción entre el poder del régimen y la oposición hace que sea muy difícil que la oposición haga concesiones al régimen.

¿Qué se necesita para que exista un diálogo equilibrado entre las partes en Venezuela?

Se deben dar requisitos mínimos como la inmediata liberación de los presos políticos, el fin de la represión, el reconocimiento que la única autoridad legítima en Venezuela es el Congreso, la Asamblea legislativa y no ese esperpento que han llamado Asamblea Constituyente de partido único, de constitución fascista, que simplemente representan los intereses del régimen de Maduro.

Si no hay precondiciones claras que se cumplan inmediatamente no hay diálogo posible. Y todo esto forma parte de una verdadera trampa dirigida a ganar tiempo para perpetuarse en el poder. Para que un diálogo tenga sentido creo que las sanciones a los más altos funcionarios del régimen, militares, civiles y autoridades judiciales, tal cual lo ha hecho el gobierno de EE.UU., de Canadá y la Unión Europea.

Creo que este tipo de sanciones pueden ser un incentivo importante para que finalmente las partes se sienten en la mesa y el gobierno entienda que está bajo ciertas presiones fuertes y que, si no da pasos creíbles, serios que generen confianza dentro de la comunidad internacional esta modalidad del diálogo no tiene mayor sentido.

¿Realmente tienen impacto las sanciones contra funcionarios del régimen de Nicolás Maduro?

Eso es falso, de hecho, una de las pocas cosas que se sabe es que, en República Dominicana, el régimen dictatorial de Maduro exigió a la oposición, como si la oposición tuviera control respecto a esas sanciones, el fin de las mismas contra los funcionarios del régimen, lo cual demuestra que le duelen las sanciones y lo cual demuestra que hay que redoblar las sanciones.

Hay que conseguir que democracias latinoamericanas se sumen a las sanciones y no solo eso, sino que el listado de funcionarios sujetos a las sanciones ojalá se pueda expandir para que esos funcionarios entiendan que la comunidad internacional no está jugando, que está tomando medidas fuertes, que está sancionando a aquellos que tienen responsabilidades en materia de derechos humanos y también en temas de corrupción.

¿Hasta dónde ha avanzado la demanda que pretendía imponer la OEA sobre derechos humanos contra el presidente Maduro ante la Corte Penal Internacional? ¿Existen argumentos para demandar al presidente Nicolás Maduro?

Hemos comprobado que en Venezuela se están cometiendo masivas violaciones a los derechos humanos de una cuantía superior, hablamos de torturas, arrestos masivos, algunos asesinatos y ejecuciones en un ambiente de arbitrariedad total, donde además el poder judicial ha sido capturado por el régimen y es un instrumento del régimen para garantizar la impunidad de estos hechos, es decir el rol del poder judicial en Venezuela forma parte de la ecuación represiva.

Creemos que existen suficientes indicios para que instancias internacionales como la fiscalía de la Corte Penal Internacional examine si preliminarmente existen condiciones que ameriten investigaciones de crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen de Maduro. El alto comisionado de derechos humanos de Naciones Unidas también en su último informe sobre Venezuela, según la información que ha recibido, considera que la evidencia sugiere que se están cometiendo gravísimos crímenes de lesa humanidad.

Como usted menciona, el secretario de la OEA, Luis Almagro está llevando a cabo un estudio similar. A nuestro parecer lo que haría falta es que un gobierno que ha ratificado el tratado de Roma, que es el que le da sustento a la Corte Penal Internacional, puede ser uno del Grupo de Lima, solicite a la fiscalía de la Corte Penal Internacional la apertura de una investigación preliminar contra el régimen de Maduro. Esa sería la mejor vía para lograr una investigación.

¿Se puede considerar que la muerte del expiloto Óscar Pérez, opositor del régimen fue una ejecución?

Toda la evidencia y testimonio que existen y que nosotros hemos examinado sugieren que hubo una ejecución extrajudicial y no fue un enfrentamiento. Lo que ocurrió fue un ajusticiamiento por parte de las fuerzas del régimen, militares y miembros de la Guardia Nacional Bolivariana unidos a estas pandillas llamados colectivos, que actuaron en conjunto para reprimir a Óscar Pérez y sus compañeros.

Las imágenes son contundentes y muestran las intenciones de Pérez de entregarse y no ofrecer resistencia. Los certificados de defunción señalan que la causa de la muerte fue un tiro en el cráneo. El gobierno ocultó los cadáveres, fueron enterrados en la madrugada en el momento y en el sitio que el gobierno dispuso. Todas estas medidas tomadas para encubrir estos hechos para saber los detalles de la muerte de Pérez sugieren que aquí estamos frente a ejecuciones extrajudiciales y no que las muertes fueron el resultado de un enfrentamiento.

¿Podemos hablar de que estamos en algún punto cerca de que se pueda hablar de una luz de esperanza en Venezuela?

Bueno, si esa luz de esperanza está fundada en que se hagan investigaciones imparciales, rigurosas, independientes, creo que la esperanza es cero porque en Venezuela no pueden ser investigados de una manera creíble porque los poderes están en una sola mano, concentrados en la mano de Maduro y Diosdado Cabello, que se comportan como una verdadera mafia.

¿Hay posibilidades de cambio?

En gran medida dependerá de la eficacia de la presión internacional que se ejerza, que hoy día existe antes no. Hoy se han ido sumando democracias importantes porque el desprestigio y la falta de credibilidad del régimen son abrumadoras. Ningún gobierno decente respalda o defiende lo que hace Maduro y eso sumido a actividades de desobediencia civil del pueblo de Venezuela como en 2017 creo que puede lograr mejorías y un cambio en Venezuela, no solo desde el punto de vista de falta de derechos civiles, políticos y libertades públicas sino también a la crisis brutal que se vive en cuanto a la escasez de alimentos y medicinas.

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