El Hospital Militar Central de Colombia, que por años estuvo inundado de heridos en combate y mutilados por minas en medio del conflicto armado interno del país, se está transformando en un campo de batalla contra el coronavirus.
El estacionamiento del personal del hospital ahora alberga ocho carpas provistas de generadores de electricidad, con 11 camas cada una, destinadas a alojar pacientes con COVID-19 asintomáticos o sin complicaciones respiratorias, para evitar congestionar la unidad de cuidados intensivos.
El gobierno del presidente Iván Duque declaró un aislamiento preventivo obligatorio por 19 días a partir del martes a la medianoche para mantener a la población en sus casas y evitar la propagación del coronavirus que ha causado la muerte a más de 14.500 personas en todo el mundo.
El país sudamericano de 50 millones de habitantes ha confirmado tres muertos y 277 infectados por la enfermedad.
“La preparación la venimos haciendo hace varios meses, desde que empezamos a ver lo que estaba pasando en otros países en relación a COVID-19. El alistamiento tiene varias fases, alistamiento de personal, de infraestructura y de equipo biomédico”, dijo a Reuters la directora del Hospital Militar Central, general Clara Esperanza Galvis.
El hospital, ubicado en la parte baja de las montañas orientales de Bogotá, está acostumbrado a muchos tipos de pacientes.
Durante el apogeo del conflicto armado entre las Fuerzas Armadas, los rebeldes izquierdistas, los grupos paramilitares de derecha y los carteles de la droga -que dejó más de 260.000 muertos-, muchos pacientes fueron militares heridos por bombas, balas y minas terrestres.
Un acuerdo de paz firmado en 2016 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), redujo en gran medida la cantidad de militares que reciben tratamiento por heridas y mutilaciones por minas. El hospital también es conocido por su trabajo en salud mental y enfermedades tropicales.
CONTINGENCIA INSUFICIENTE
Sin las carpas, el hospital tiene 450 camas y una unidad de cuidados intensivos con capacidad para 50 pacientes. Otra unidad está en proceso de adecuación cerca de las carpas.
El Hospital Central de la Policía Nacional, también en Bogotá, instaló carpas similares con 174 camas.
El Ministerio de Salud prevé que hasta cuatro millones de personas podrían contagiarse por la enfermedad, un 8% de la población, pero el país tiene un débil sistema de salud que solo dispone de 84.500 camas en hospitales y clínicas en todo el país..
Las unidades de cuidado intensivo a nivel nacional solo cuentan con 5.600 camas y los ventiladores que necesitan los pacientes con problemas respiratorios son insuficientes.
“Quisiera creer que sí”, respondió la general Galvis cuando se le preguntó si el plan de contingencia será suficiente.
“Con la experiencia de otros países sabemos que va a ser difícil. Sin embargo, nos estamos preparando”, afirmó Galvis, una médica especialista en pediatría.
Duque anunció que el sector salud recibirá más de 1.470 millones de dólares para atender la emergencia sanitaria.