La líder de Hong Kong, Carrie Lam, dijo el martes que espera una resolución del enfrentamiento entre la policía y un grupo de manifestantes antigubernamentales en una universidad.
Lam indicó que había pedido a las fuerzas de seguridad que manejaran la situación con prudencia.
Unos 100 manifestantes permanecían en la Universidad Politécnica de Hong Kong, que había sido rodeada por la policía, tras más de dos días de enfrentamientos en los que más de 200 personas han resultado heridas.
Previo a Lam, el nuevo jefe de policía de la ciudad pidió el apoyo de todos los ciudadanos para poner fin a más de cinco meses de disturbios.
Las protestas surgieron por una polémica ley de extradición que fue eliminada, y se agudizó por el temor de que el gobierno central de China, que ejerce autonomía sobre Hong Kong, reprima la autonomía y las libertades de la ciudad.
La asamblea legislativa china cuestionó la legalidad de un fallo de la corte de Hong Kong del lunes que establece que la prohibición de las máscaras faciales que usaban los manifestantes era ilegal, lo que muchos interpretarán como una ilustración del control cada vez más estricto de Beijing.
El Congreso Nacional Popular (NPC) dijo que los tribunales de Hong Kong no tienen poder para decidir sobre la constitucionalidad de la legislación de la ciudad, informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
Lam dijo que su gobierno es "reactivo" a la hora de abordar las protestas, pero no descartó más violencia pese a hacer un llamamiento a la paz.
La universidad es el último de los cinco puntos que los manifestantes ocuparon para usar como base desde la que llevar las movilizaciones a la ciudad, bloqueando un importante túnel y carreteras y forzando el cierre de negocios, incluidos los centros comerciales.
Buscan presionar económicamente la gestión de Lam, quien dijo que 600 manifestantes habían abandonado el campus politécnico, incluyendo 200 menores de 18 años.
Cientos huyeron de la universidad o se rindieron durante la noche en medio de batallas campales en las calles cercanas mientras la policía disparaba gas lacrimógeno y balas de goma, y los manifestantes lanzaban bombas molotov y ladrillos.
La crisis es la peor desde el traspaso de Hong Kong del dominio británico al chino en 1997.
Autoridades de China sostienen que continuarán ofreciendo un apoyo firme a Lam, en el afán de salvaguardar su soberanía.
(Con información de Reuters y AP)