El hondureño Melvin Jovel, de 21 años, fue condenado a tres cadenas perpetuas tras haber reconocido que fue quien disparó durante una matanza de tres estudiantes universitarios.
El suceso tuvo lugar en el patio de una escuela de Newark, principal ciudad del estado de Nueva Jersey.
Jovel se declaró culpable de asesinato, intento de asesinato y posesión de armas antes de que empezara su juicio.
Los fiscales sostuvieron que Jovel, un inmigrante indocumentado, y otros cinco jóvenes pusieron en una fila a Iofemi Hightower y Dashon Harvey, ambos de 20 años, y a Terrance Aeriel, de 18 años, y les dispararon a cada uno en la parte de atrás de la cabeza en una noche de mediados del 2007.
Jovel sólo quiso dar un breve testimonio en español antes de escuchar su sentencia. “Lo único que tengo que decir es que la persona que fue sentenciada no tiene nada que ver con esto”, dijo Jovel, en referencia a Rodolfo Godinez, otro de los condenados.
Otros cuatro jóvenes están en la cárcel esperando ser enjuiciados.
Los fiscales concluyeron que Gordinez, de Nicaragua, Jovel y el resto de los acusados cometieron el asesinato como un rito de iniciación para ingresar a la pandilla Mara Salvatrucha (M-13).
Una cuarta víctima sobrevivió y testificó que había sido agredida sexualmente, atacada con un machete y recibido un tiro en la cabeza.