La situación que está viviendo Honduras es triste y más cuando afecta a los medios y su derecho de informar.
Pero en Honduras, los últimos hechos han condicionado este derecho. Cuando nos referimos a “últimos hechos” hablamos del golpe de estado que el país sufrió a mitad de 2009.
La realidad es que a los diarios y/o periodistas se les prohíbe hablar de ciertos temas, en su mayoría políticos. Muchas veces este problema lleva al maltrato, tortura e incluso asesinato de los profesionales. En el correr de tres años se han asesinado más de 20 periodistas y han sido maltratados muchos más.
La mayoría de los casos no han sido resueltos porque las mismas personas que los cometen son los que las investigan. Este tema no se está tomando con la seriedad necesaria; prácticamente los únicos que se defienden son ellos mismos.
No nos da con los dedos de las manos para contar los periodistas que por amenazas o conveniencia hablan y opinan todo a favor del estado.
“Ese matrimonio entre medios que informan por dinero y conglomerados empresariales ligados a los estados, es malsano. Hay que separarlos”, asegura el periodista Hollman Morris.
El mundo entero ha perdido algunas libertades básicas, muchas veces por deciones políticas y otras por la gran responsabilidad que ser libre significa.
“La libertad es el derecho que tienen las personas de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresía”, dijo el ex líder social José Martí.
Lo que los mandatarios deben entender es que asesinando o condicionando a estos profesionales de la información no condicionan ni matan la verdad, y ésta tarde o temprano sale a luz.
Victoria Carbone tiene 16 años de edad y es una de las Jóvenes Corresponsales de la Embajada de Estados Unidos. Estudia cuarto año de liceo en el Colegio Gloria Estadez. Carbone vive actualmente en la ciudad de Treinta y Tres.
