Ante el cierre de fronteras entre países para frenar el avance del coronavirus, los flujos migratorios de meses atrás han cesado en Honduras. Al mismo tiempo, existe preocupación por los migrantes hondureños que están en centros de detención.
Karen Valladares, parte del Foro Nacional de Migraciones, explicó a la Voz de América que esta situación preocupa a la nación.
“Recordemos que las fronteras están cerradas, posiblemente muchos de los compatriotas no están saliendo, (están) varados en centros de migratorios esperando cuándo será el retorno y el último registro fueron los deportados hace 2 semanas”, explicó Valladares.
Nelson Lobo, miembro del Comité de Ayuda para Migrantes retornados desde Estados Unidos, asegura que las deportaciones no han sido suspendidas y ahora este sector de la población sufre los estigmas sociales.
“Por un lado la estigmatización del migrante y (por otra la posibilidad de) ser posibles sospechosos de la COVID-19, los pone en una condición complicada, esto dificulta a los retornados, si regresan, pero no están saliendo o migrando por lo que varios movimientos en Estados Unidos exigen parar las deportaciones. Sin embargo, no ha sido posible”, afirmó.
Hasta el martes por la noche Honduras registraba 172 casos positivos por la COVID-19 y 10 fallecidos a causa del virus. Tres enfermos se han recuperado y fue confirmada la muerte de una doctora que atendía la epidemia.