Las consecuencias económicas del COVID-19 empiezan a sentirse en países como Honduras donde el sector microempresarial y los pequeños productores ven sus operaciones notablemente disminuidas reduciendo su plantilla de trabajadores y sus ingresos incluso a cero.
Ante este escenario el gobierno decidió suspender por tres meses el pago de las deudas atrasadas y sus intereses, incluyendo todo tipo de préstamos. El presidente Juan Orlando Hernández apuntó que el beneficio es solo para los afectados por el virus.
“Estas acciones vendrán a contribuir a los intereses de todas las personas ya que lo primordial es enfrentar el covid-19 y nos marca la pauta para saber que decisiones vamos a tomar a futuro”, explicó Hernández.
Se estima que los beneficiados serán alrededor de un millón, de acuerdo a las autoridades, quienes hicieron énfasis en que las medidas preventivas como el toque de queda a nivel nacional continúa.
En lo que respecta al tema educativo, padres de familia y estudiantes enfrentan un nuevo desafío con la decisión de cerrar las escuelas, colegios y universidades. La Voz de América conversó con alumnos y maestros sobre esta situación. Miriam Rivera, una docente, explicó cómo toda la sociedad tiene la tarea de adaptarse al cambio.
“Ante esta situación hemos aplicado sistemas de tareas por medio de grupos de WhatsApp con padres de familia, para evitar la pérdida de clases”, detalló Rivera.
Por su parte, la estudiante Lucia Pastrana, afirmó que sus labores son ahora diferentes, “las tareas son asignadas por nuestros maestros, mediante una plataforma digital de Google Tareas, las vemos con mis papas y procedemos a realizar, luego son evaluadas por nuestros profesores asignados”.
Honduras cumple 9 días de la suspensión de labores educativas que junto al aparato productivo del país prácticamente se han detenido, afectando notablemente la vida normal de los ciudadanos y provocando serias consecuencias a la economía.
