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Honduras celebra primarias; crece frustración de votantes por seguridad y economía


ARCHIVO - Un hombre carga un saco de maíz en el mercado de Comayaguela, en las afueras de Tegucigalpa, días después de las elecciones generales en Honduras, el 30 de noviembre de 2021. AP
ARCHIVO - Un hombre carga un saco de maíz en el mercado de Comayaguela, en las afueras de Tegucigalpa, días después de las elecciones generales en Honduras, el 30 de noviembre de 2021. AP

Las comicios en Honduras para elegir a los candidatos de los tres partidos principales que competirán en las elecciones presidenciales de noviembre se celebraron con retrasos y protestas.

Los hondureños acudieron el domingo a las urnas para elegir a los candidatos de los tres partidos principales que competirán en las elecciones presidenciales de noviembre, en un país que sigue profundamente polarizado y escéptico ante los líderes de izquierda y derecha que no han logrado mejorar la seguridad y la economía.

El retraso de la llegada de las urnas hizo que la votación se extendiera hasta las 9:00 de la noche, hora local, en algunas zonas de Tegucigalpa —la capital— y la ciudad norteña de San Pedro Sula, donde incluso simpatizantes de los distintos partidos en contienda realizaron protestas con quema de llantas y toma de calles. El resto de los centros de votación del país cerraron a las 6 de la tarde.

El Consejo Nacional Electoral emitió un primer informe al inicio de la noche, aunque los resultados oficiales se darán a conocer una vez que se concluya con todos los procesos de ley.

La jornada electoral, en la que se escogerán también a los aspirantes a cargos en el Congreso, el Parlamento Centroamericano, las alcaldías y otros puestos locales, se produce en un momento en que la presidenta Xiomara Castro —la primera mujer líder de Honduras— del partido izquierdista LIBRE tiene una relación tensa con Estados Unidos.

Castro había planteado la posibilidad de poner fin al acceso de Estados Unidos a una base aérea que el ejército estadounidense utiliza para operaciones regionales y dijo que se retiraría del tratado de extradición que envió a su predecesor a ese país por cargos de tráfico de drogas, antes de dar marcha atrás. Su propia familia ha sido señalada por acusaciones de presuntos nexos con narcotraficantes.

La actual ministra de Defensa de Castro, Rixi Moncada, parecía encaminada a ganar la candidatura de LIBRE con el respaldo de la mandataria, y había conseguido el 92,48% de los votos del conteo preliminar, frente al apenas 7,51% de su rival Rasel Tomé, con el 32,52% de las actas del partido oficialista escrutadas.

El rechazo de Moncada a renunciar a su cargo para postularse a los próximos comicios ha sido criticado, en parte porque las fuerzas armadas están encargadas de custodiar las papeletas.

La ex primera dama Ana García busca ganar la nominación del Partido Nacional de Honduras, al que pertenece su esposo, el expresidente Juan Orlando Hernández. Hernández está cumpliendo una condena de 45 años de prisión en Estados Unidos por tráfico de drogas.

En su acto de cierre de campaña, reprodujo una grabación de audio de su esposo diciendo que “votar por Ana, es votar por mí, es votar por una vida mejor”.

Sin embargo, García aparecía en segundo lugar en el segundo reporte electoral con un 22,10% de los votos, a mucha distancia del 75,22% de Nasry Asfura con un 28% de actas contabilizadas.

Por su parte, el conservador Partido Liberal de Honduras presenta un duelo más ajustado entre dos personas que alguna vez apoyaron a Castro, pero se convirtieron en opositores.

Uno de ellos, Salvador Nasralla, ayudó a Castro a ganar la presidencia en las elecciones de 2021 al poner fin a su candidatura independiente para unirse a su coalición. Se desempeñó como vicepresidente, antes de dejar el gobierno, diciendo que había sido marginado.

El otro es Jorge Cálix, un joven abogado y político, que alguna vez fue miembro de LIBRE, pero se fue después de que Castro no apoyó su intento de liderar el Congreso.

Nasralla ha expresado admiración por el presidente libertario de Argentina, Javier Milei, mientras que Cálix dice que quiere emular las políticas de seguridad de mano dura del popular presidente de El Salvador, Nayib Bukele.

Los datos parciales, con el 25% de las actas, situaban a Nasralla en cabeza con un 58,28% de apoyos, mientras que Cálix seguía con un 30,97%.

En total, diez candidatos competían por las nominaciones de los tres partidos. Once partidos más pequeños elegirán a sus candidatos a través de sus propios procesos internos en otros momentos. Aproximadamente 5,8 millones de hondureños están habilitados para votar.

La participación en las primarias abiertas ha sido históricamente baja debido en gran parte al temor de que ser identificado con un partido, lo que podría limitar las posibilidades de empleo si el candidato de otra organización política gana en noviembre.

Los hondureños buscan propuestas claras en materia de seguridad, empleo, corrupción y un sistema de salud vacilante. Los bajos niveles de inversión extranjera en los últimos años han alimentado el alto desempleo, que sigue empujando a los hondureños a migrar en busca de oportunidades.

La violencia persistente es otro factor que empuja a los hondureños a abandonar sus hogares. Las pandillas callejeras dirigen redes de extorsión a través del miedo, y los narcotraficantes se aprovechan de la ubicación geográfica de Honduras para sacar provecho de las drogas que se desplazan hacia el norte.

“Uno viene a votar en las primarias y en las generales con la esperanza de que haya un cambio en el país", dijo a la AP Marco Emilio Izaguirre, un motorista de equipo pesado de 58 años. "En las elecciones pasadas le di el voto a esa doña (la presidenta Castro) y estoy decepcionado, por eso necesitamos un cambio, nos equivocamos”.

En un primer informe sobre la jornada por la tarde, la magistrada presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, responsabilizó a las fuerzas armadas, así como a la empresa de transporte contratada para trasladar el material electoral, de algunos retrasos que ocasionaron protestas. “La empresa de transporte nos ha fallado”, señaló.

Dijo que los militares tampoco le notificaron al CNE el cambio de diez camiones por 90 autobuses para trasladar el material. “Pueblo hondureño, nadie puede ni debe conspirar contra nuestro derecho a votar”, expresó la magistrada.

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