Prácticamente todo lo que sucedería en el funeral conmemorativo para Kobe Bryant y su hija era un misterio para casi todo el mundo, y cuando Beyoncé subió al escenario para inaugurar el acto en celebración de la vida del deportista y su hija, la artista se quedó sin aliento ante la multitud que asistió al Staples Center de Los Ángeles.
La pantalla gigante en la arena pronto mostró que muchas figuras importantes del entretenimiento estaban junto a numerosas estrellas de la NBA, incluidas Jennifer Lopez, Kanye West y Kim Kardashian.
Christina Aguilera cantó el "Ave María" acompañada de un arpa, lo cual fue tomado como una muestra de respeto a la fe católica de la familia Bryant y a la educación italiana de Kobe.
Alicia Keys, interpretó al piano "Sonata a la luz de la luna" de Beethoven, una canción que Bryant, que nunca fue conocido por su talento musical, había aprendido a tocar para el aniversario de bodas de su esposa.
Jimmy Kimmel presidió la ceremonia
La multitud quedó más perpleja que sorprendida al ver que no fue un sacerdote o un pastor, sino Jimmy Kimmel, quien presidió el evento. Pero su sentida oratoria abrió el camino a las emociones profundas que habrían de seguir.
"Escogiste a la persona equivocada para guiarte, voy a decirte eso ahora mismo", dijo Kimmel con la voz quebrada.
Las lágrimas se le saltaron cuando enumeró los nombres de los nueve muertos en el accidente de helicóptero y prácticamente estaba llorando cuando, ya al final, nombró a Kobe y Gianna Bryant: "En todas partes ves su cara, su número, la cara de Gigi, el número de Gigi".
Una hija y un futuro perdido
La viuda del jugador de los Lakers, Vanessa Bryant, pronto llevaría al coliseo a nuevos niveles de emoción al rendir homenaje a su hija de 13 años y al esposo que perdió. Un silencio profundo atravesó la multitud de unos 20.000 asistentes en el Staples Center, roto solamente cuando Bryant describió el futuro que viviría sin su hija.
"No podremos ver a Gigi ir a la escuela secundaria", dijo Vanessa Bryant, con la voz quebrada. "No tuvimos la oportunidad de enseñarle a conducir un automóvil. No podré decirle lo hermosa que se ve el día de su boda (...). Gigi probablemente se habría convertido en la mejor jugadora de la WNBA. Ella habría marcado una gran diferencia para el baloncesto femenino ".
Todos esperaban ver y escuchar a las leyendas de la NBA, pero fueron las figuras del baloncesto femenino las que mostraron a los espectadores cuánto moldeó Bryant sus suyas mientras entrenaba al equipo de Gianna.
Tanto la gran Diana Wuras de la WNBA como la figura estudiantil Sabrina Ionescu dijeron que aprendieron y utilizaron los movimientos característicos de Kobe. "Me enseñó su paso atrás, me dijo que si pudiera llevar eso a mi juego, todo adversario trataría de defenderme", dijo.
Incluso en una cancha cargada de superestrellas del deporte y del entretenimiento, la leyenda de los Chicago Bulls Michael Jordan logró dejar al público asombrado al subir al escenario.
Cuando Jordan subió al escenario, el Staples Center se volvió centrar en Bryant, especialmente cuando el exjugador lloró en sus primeras palabras.
Jordan interrumpió un poco su intervención y bromeó que sus lágrimas le recordaban al meme de su rostro llorando. "Voy a tener que mirar otro meme llorando para el próximo".
El mejor amigo de Kobe, el exagente y actual gerente general de los Lakers, Rob Pelinka, cautivó a la multitud cuando describió los últimos mensajes que Bryant le envió, momentos antes del accidente del helicóptero en el que pereció.
Pelinka dijo que estaba en la iglesia y que Bryant estaba en el helicóptero cuando le envió un mensaje de texto para preguntarle si conocía a un agente de béisbol que pudiera ayudar a una chica ambiciosa y trabajadora a obtener una pasantía.
La historia dio un giro realmente conmovedor cuando Pelinka reveló que la niña era Lexi Altobelli, la hija sobreviviente de John Altobelli, quien murió en el accidente con Bryant.
"El último acto humano de Kobe fue heroico", dijo Pelinka. "Quería usar su plataforma para bendecir y dar forma al futuro de una niña".
¡Shaq out!
Shaquille O'Neal subió al escenario y fue el último orador de la velada. No podía haber sido más apropiado que el hombre cuyo nombre siempre estará vinculado a Bryant fuera el último en hablar en el lugar donde construyeron su legado juntos.
El siempre bromista Shaq mostró el porqué el refinado y serio Bryant y él mismo conformaban una pareja tan extraña.
"A veces, como los niños inmaduros, discutíamos, peleábamos, bromeábamos o nos insultamos", dijo O'Neal. Pero, agregó, "cuando se apagaban las cámaras, guiñábamos un ojo y decíamos: Vamos a patear algún trasero".