Tras un accidente con cables de alta tensión, un hombre de 25 años sufrió quemaduras graves en el rostro que lo dejaron desfigurado.
Aunque los doctores realizaron un injerto de piel en el craneo proveniente de los músculos de su propia espalda, Dallas C. Wiens busca un donante para someterse a un trasplante de rostro que le devuelva la sensación del tacto en la cara.
"Extraño poder ver", dijo Wiens, quien no tiene ojos, nariz, cejas ni labios
"Pero extraño más la sensación de mi cara y el sentido del olfato", expresó el joven de 25 años.
Wiens se realizó múltiples exámenes físicos y psicológicos antes de que el Brigham and Women's Hospital de Boston, uno de los únicos dos centros que realizan el procedimiento en Estados Unidos, aprobara su procedimiento.
La ley federal de salud ayudó a que el seguro médico de su padre cubra el medicamento que necesitará tras la operación.
Wiens deberá esperar meses para hallar un donante, de acuerdo con los médicos.
"Estoy un poco nervioso, como es de esperar con cualquier procedimiento como éste. Estoy sumamente emocionado por la posibilidad de tener de nuevo una vida normal", dijo Wiens.
Wiens ayudaba a su hermano y a su tío a pintar una iglesia cuando, mientras iba en la canastilla de una grúa, tocó un cable de alta tensión eléctrica.
El joven estuvo en coma por tres meses y pasó un total de seis meses en el hospital Parkland Memorial en Dallas mientras le practicaban cirugías.
El jefe de cirugía plástica del Parkland Health and Hospital System, doctor Jeffrey Janis, dijo que cuando se reunió con Wiens, su cabeza era "un cráneo carbonizado".
Janis fue el primero que le habló a Wiens sobre la posibilidad de un trasplante de cara.
"Es verdaderamente milagroso que sobreviviera a la cirugía y dejara el hospital", dijo Janis.
Wiens es actualmente la única persona que espera un trasplante de rostro.
Alrededor de una decena de trasplantes de rostro se han realizado en el mundo desde 2006, cuando se efectuó el primero en Francia.
