Las autoridades estadounidenses señalan que las víctimas de trata de personas o tráfico humano se encuentran dentro de las comunidades de todo el país y trabajan en industrias como la agricultura, hotelería, restaurantes y trabajo doméstico.
“Son personas que trabajan como amas de casa a las que el empleador les puede quitar el pasaporte, no las deja comunicarse con su familia”, dijo a la Voz de América Heidi Álvarez, directora de Servicios Sociales la organización S.A.F.E., la cual apoya a víctimas de explotación laboral y tráfico humano.
“Esos casos los hemos visto con la comunidad latina”, agregó.
Según Álvarez, este tipo de crimen está en alza debido a que intimida, amenaza y manipula a las víctimas.
“La persona, por ejemplo, si está indocumentada, piensa que no puede decirle nada a la policía para (buscar) ayuda y justicia; (...) tienen miedo de buscar ayuda”.
Un informe del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos dice que el tráfico humano genera ganancias para las organizaciones criminales de 150 mil millones de dólares anuales.
Joe Jeronimo, secretario adjunto del Departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional, dice que “cuando se trata de hombres, usted ve que en su mayoría es en industrias de construcción y agricultura. Las mujeres se ven más en trabajos domésticos o establecimientos ilegales para masajes”.
Jeronimo indica que los inmigrantes sin documentos corren aún más riesgo.
“Esa es un área que las bandas de tráfico humano explotan por su vulnerabilidad y miedo a ser denunciados ante las autoridades por su estatus migratorio. Ellos lo ven como una vulnerabilidad”.
Parte de la iniciativa de las autoridades locales, estatales y federales es llevar a cabo una campaña para prevenir el aumento de este tipo de crimen que victimiza en su mayoría a mujeres hispanas a nivel nacional.
A nivel nacional diferentes condados del país proclamaron enero como el mes de concientización y prevención de la trata de personas. En el condado de Montgomery, en Maryland, el cual tiene una alta tasa de población hispana procedente de Centroamérica, los legisladores indican que es de suma importancia.
“Sabemos que este es un problema muy complejo y que afecta de manera muy desproporcional a nuestra comunidad latina y sobre todo a jóvenes con promesas, por ejemplo, de visas de trabajo o trabajo bien remunerado; pero nunca se les explica lo que está pasando y entonces son víctimas de tráfico humano”, señala Nancy Navarro, miembro del consejo de Montgomery.
Desde trabajo forzado tráfico sexual hasta la explotación de trabajadores domésticos, las autoridades en Estados Unidos colaboran a nivel local, nacional y federal para llevar a los criminales ante la justicia.
Advierten que el uso de las redes sociales por parte de estas bandas criminales es popular e indican que es una herramienta muy utilizada para promover trabajos inexistentes y para que las víctimas caigan en la trampa.