Una cantidad nunca antes vista de residentes de El Paso acudieron el fin de semana a una clase para obtener la certificación que permite portar un arma oculta en Texas, después de que la ciudad sufriera un tiroteo masivo que acabó con la vida de 22 personas.
Guadalupe Segovia, de 35 años, quien fue la clase con sus dos hijos dijo que su esposo era militar y la había estado presionando durante mucho tiempo para que obtuviera una licencia de porte oculto, lo que le permite al titular llevar un arma disimulada debajo de su ropa o en un bolso.
Segovia dijo que sentía urgencia por hacer el curso ahora después del ataque en su ciudad."Voy a seguir teniendo miedo, incluso con un arma", dijo.
La gran mayoría de las personas en las clases eran hispanas, El Paso es una ciudad predominantemente latina. La policía dice que el acusado atacó deliberadamente a los hispanos que se encontraban en el supermercado Walmart.
Michael McIntyre, gerente general de Gun Central, una de las tiendas de armas más grandes de El Paso y el anfitrión de la clase, dijo el viernes que su tienda alcanzó el doble del número habitual de ventas en la semana posterior al ataque, algo que no había sucedido después de otros tiroteos masivos en Texas.
La mayoría de las ventas fueron de pistolas, que se pueden atar a un tobillo o al hombro, debajo de la ropa.
"Tengo más de 50 personas para esta clase del sábado y aproximadamente la misma cantidad para la clase del domingo, y normalmente tengo aproximadamente siete", dijo McIntyre.
"En realidad, tuvimos dos personas comprando armas aquí que estaban en Walmart el día del tiroteo. Las otras personas solo dicen: 'Hey, ¿sabes qué? Quiero poder protegerme en caso de que algo suceda'", dijo el gerente, "este no es el último tiroteo masivo que veremos."
Según una encuesta del centro de investigación Pew, más del 80 % de los estadounidenses cree que habrá otro ataque en los próximos tres meses. El mismo estudio reveló que la mitad de los ciudadanos cree que "la manera en la que la gente habla sobre inmigración promueve actos de violencia".
Corre primero
Con o sin un arma, McIntyre reconoció que la mayoría de las personas no podrían defenderse en un ataque como el de El Paso. El curso reconoce esta realidad, y a los estudiantes se les enseña a correr primero antes de disparar un arma. Solo el 1% de las personas devuelve el fuego, dijo.
"Uno de cada cien dispara, los otros 99 se irán corriendo", dijo McIntyre.
Segovia, quien tiene entrenamiento militar, dijo que la clase de porte oculto no se compara con lo que se necesita en una situación de un tiroteo masivo, pero quiere que sus hermanas se preparen de todos modos.
"Ya les dije: 'Vamos a practicar. Vamos a practicar'", dijo Segovia, quien explica que a pesar de estar solicitando una licencia de porte oculto, también quiere ver cambios en las leyes de armas desde el tiroteo y que se haga más difícil para los jóvenes obtener armas de fuego.
"Creo que las armas deberían ser un privilegio y algo para ser usado por seguridad, no para ir a matar gente", dijo Segovia.
Leyes en Texas
Pese al tiroteo, el control de armas definitivamente no está en el horizonte para Texas, donde el gobernador Greg Abbot recientemente firmó nueve proyectos de ley, respaldados por la Asociación Nacional del Rifle, los cuales rebajarán las regulaciones sobre armas a partir del 1 de septiembre.
Una de las nuevas medidas levanta la prohibición de portar armas de fuego en lugares de culto.
Esa prohibición se produjo después de que un hombre armado disparó fatalmente a 26 personas en una iglesia en Sutherland Springs, unos 33 kms al este de San Antonio, Texas.
Otra regulación impide que los propietarios prohíban las armas de fuego en sus propiedades de alquiler.