El líder opositor venezolano Henrique Capriles llegó sorpresivamente a Washington para reunirse con el secretario general de la OEA, Luis Almagro y discutir los pasos a seguir tras “el golpe de estado” que vive el país.
Luego de la reunión con Almagro, Capriles ofreció una conferencia de prensa en la que reiteró que en “Venezuela se ha roto el orden constitucional” y vive una “situación de emergencia”.
El también gobernador del estado de Miranda solicitó a la Organización de Estados Americanos (OEA) se pronuncie de inmediato de manera oficial ante el fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en el que despoja de todos sus poderes legislativos a la Asamblea Nacional.
"Pedimos que el Consejo Permanente se pronuncie formalmente sobre el golpe de estado en Venezuela", dijo Capriles al tiempo que indicó que los venezolanos son seres pacíficos que lo único que piden son elecciones para salir de la crisis que atraviesan.
Al mismo tiempo, Capriles pidió ante la OEA que continúen con el diálogo sobre Venezuela para lograr un “cronograma electoral, un canal humanitario y la liberación de presos políticos”.
“Esta es la hora en que los países demuestren de qué lado están. O están del lado de la dictadura o están del lado del pueblo”, afirmó Henrique Capriles.
El gobernador también indicó que se ha convocado a una sesión de emergencia del Consejo Permanente para la próxima semana en la OEA, pero no dejó claro si se realizaría entre el lunes o martes.
Durante su intervención, Capriles explicó que una instancia como la OEA certifique lo que ha sucedido en Venezuela sería muy negativo para las aspiraciones del gobierno de Nicolás Maduro.
El líder opositor también acusó a la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez de "no representar el sentimiento del pueblo venezolano" y pidió disculpas por los insultos del representante de Venezuela ante la OEA contra países como México y Colombia durante la última sesión extraordinaria celebrada el pasado miércoles.
