Once días después de que se reportara en Quito la desaparición de la abogada María Belén Bernal, después de entrar a una escuela de formación de la Policía Nacional del Ecuador, el gobierno hizo oficial el hallazgo del cuerpo sin vida.
Paradójicamente, el anuncio se hizo en la misma Escuela Superior de Policía donde ocurrieron los hechos, minutos después de que el presidente, Guillermo Lasso, adelantó la información desde Nueva York, donde participa en la Asamblea General de Naciones Unidas.
El ministro del Interior, Patricio Carrillo, dio a conocer en una conferencia de prensa la tarde de este miércoles que existe un 99,9 % de probabilidades de que el cadáver encontrado pertenezca a la víctima, pero aún está a la espera de los resultados que arroje el estudio forense.
Carrillo, quien estuvo acompañado por el comandante general de policía Fausto Salinas, dio a conocer que encontraron el cuerpo en el cerro Casitagua, muy cerca de la escuela policial, en una zona inhóspita.
El funcionario aseveró que el hallazgo se logró gracias al trabajo técnico de la Policía Nacional en las últimas horas. Además, por el estado de descomposición del cuerpo, por las envolturas plásticas halladas, por la vestimenta y por un tatuaje que fue identificado por un familiar.
“El gobierno nacional, el Ministerio del Interior, pide perdón a la sociedad ecuatoriana, a la familia, especialmente, y ofrece una disculpa pública a la familia de María Belén y en especial a su madre, Elizabeth Otavalo, y a su nieto, Isaac, a las mujeres, a la sociedad ecuatoriana, porque este hecho condenable nos ha llevado a una vergüenza y nos ha llevado a un dolor profundo”, expresó Carrillo.
El ministro del Interior, un general de Policía retirado, confirmó también que continúa la búsqueda del principal sospechoso, el teniente Germán Cáceres, esposo de la abogada Bernal.
“No vamos a descansar hasta encontrar al responsable de este doloroso acto (…) y le vamos a sacar de debajo de las piedras, no vamos a descansar hasta que esto suceda“, sentenció.
La desaparición de la profesional, que tenía 34 años de edad, fue denunciada por su madre, Elizabeth Otavalo, horas después de que la abogada se trasladara a la Escuela Superior de Policía, la madrugada del domingo 11 de septiembre, a buscar a Cáceres, quien se desempeñaba allí como instructor de cadetes.
A partir de entonces, el caso generó conmoción y se convirtió en una causa de preocupación nacional.
La búsqueda, que no se produjo de inmediato, aumentó las críticas sobre la institución policial. A eso se sumó la ausencia del ministro del Interior durante los primeros días de desaparición, debido a que se encontraba en el exterior, atendiendo asuntos personales.
Coincidentemente, a la misma hora del anuncio sobre el hallazgo del cuerpo, fue convocado por organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres un plantón para exigir al gobierno la verdad en este caso.
La madre de la abogada asesinada exigió justicia al presidente de la República, a través de la red social Twitter.
“Esto es un crimen que pasó en la Escuela Superior de la Policía. Me arrebataron a mi hija, a manos de un servidor de la Policía prófugo. Ruego a las universidades apoyo en los exámenes médicos legales. Necesito saber la verdad”, expresó Otavalo.
Además del teniente Cáceres, se encuentran involucrados 12 miembros de la Policía Nacional, de diversos grados, que se encuentran por ahora suspendidos, informaron las autoridades. La Policía Nacional, a pedido del ministro del Interior, prevé solicitar su vinculación al proceso y que se disponga prisión preventiva.
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