La situación en Haití no es la mejor después de un año. A la zona devastada por el terremoto llegan periodistas, políticos, actores y organizadores de ayuda humanitaria, pero la situación sigue siendo la misma.
“Cuando te bajas del avión te das cuenta que nada ha cambiado, que todo sigue igual”, dijo Lyonel Desmarattes, periodista del Servicio Creole de la Voz de América, quien llegó a Haití.
Grupos de ayuda humanitaria siguen criticando el lento progreso de reconstrucción.
La organización Médicos del Mundo dijo que "condiciones de supervivencia" en Haití, un año después, siguen siendo "extremadamente precarias".
El organismo criticó a la comunidad internacional por estár "lejos de cumplir sus compromisos en materia de reconstrucción".
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha señalado este martes la necesidad de apoyar la agricultura para garantizar la seguridad alimentaria en Haití.
El coordinador humanitario de la ONU para Haití, Nigel Fisher, señala que la situación en Haití, un año después sigue siendo crítica para las víctimas.
"A fecha del primero de enero unas 810.000 personas todavía seguían viviendo en los 1.150 campamentos que estimamos siguen existiendo”, señaló Fisher.
La noticia alentadora es que un 95% de los niños en las zonas afectadas por el temblor, que iban a la escuela antes de la tragedia, han regresado a las escuelas.
Colera y otras enfermedades
Los expertos en salud y las organizaciones que prestan ayuda humanitaria aseguran que las epidemias que se temía aparecieran tras el terremoto no ocurrieron.
Sin embargo, el brote de cólera que ya se ha cobrado la vida de al menos 3.600 personas sigue siendo preocupante.
El coordinador de la Cruz Roja española en Cataluña, Enric Morist, dijo que continuarían trabajando durante cinco años máspara mejorar las condiciones de vida en Haití.
Una sonrisa
Pese a la calamidad, muchos haitianos están tratando de regresar a la normalidad.
Según Lyonel Desmarattes, periodista del Servicio Creole de la Voz de América, en algunas calles y campamentos se escuchan sonrisas y música.
“Camino al hotel, cuando venia hacia el hotel, pude escuchar mucha gente cantando, escuchando música de una radio y bailando. La gente intenta olvidar lo que sucede por un momento”, explicó Desmarattes.
