En las ciudades más grandes del mundo hay ahora un nuevo tipo de guerrilla, que no llevan armas o rifles y les llaman las “guerrillas de jardín”.
Estos guerrilleros siembran plantas y perciben esto como una nueva clase de grafiti urbano, al estilo del medio ambiente.
Es sábado en la noche y Theresa Blaner con su compañero Doug se preparan para su ronda en Gandalf. Ellos están tratando de salvar una esquina olvidada de su barrio en la ciudad de Washington.
Theresa y Doug son activistas que quieren transformar el paisaje urbano haciendo jardinería pública, sin autorización. Lo llaman grafiti con girasoles y tulipanes.
“Creo que utilizan el término ‘guerrilleros’ porque usted entra y sale muy rápido”, dice Blaner. “Al no tener permisos, tenemos que hacer lo que vamos hacer e irnos”, explica.
Las guerrillas de jardín están surgiendo en grandes concentraciones urbanas como Londres, París y Los Ángeles. Los jardineros actualizan blogs sobre sus grafitis de flores y usualmente operan en la oscuridad. El siguiente “golpe” es por lo general establecido a través del voto hecho en internet.
Teresa explica que la locación de hoy parece haber sido un garaje en algún momento, pero ha estado abandonado por más de un año. “Es un lugar que se ve feo, pero podría estar mucho mejor”, añade Blader.
Kenneth Moore escribe en un blog sobre Washington que es importante que los guerrilleros de jardín escojan plantas que puedan sobrevivir sin muchos cuidados.
Los guerrilleros de jardín por lo general escogen sitios muy notorios o famosos para utilizar su acción como una crítica pública o llamar la atención sobre el medio ambiente. Sin embargo, Blader dice que su grupo prefiere crear jardines en lugares donde puedan vivir permanentemente, donde la gente y los gobiernos no los destruyan.