El cadáver de una joven migrante guatemalteca asesinada hace una semana por un agente de la patrulla fronteriza en Laredo, Texas, fue repatriado el jueves a Guatemala y entregado a su familia para su sepultura.
Entre lágrimas y demandas de justicia la familia de Claudia Patricia Gómez González, una joven indígena oriunda de San Juan Ostuncalco, a unos 207 kilómetros al oeste de la capital, recibió el féretro blanco con el cuerpo de la joven.
Antes de trasladarlo hasta su pueblo para empezar su velatorio, sus padres Lidia González y Gilberto Gómez abrieron la parte superior del féretro para besar y acariciar el vidrio que cubría el cadáver de su hija.
Gómez González, de 19 años, había salido hacía un mes con rumbo a Estados Unidos y, aunque logró llegar, un agente fronterizo la mató en un incidente que está bajo investigación.
La joven se había graduado de perito contador e intentó ingresar a la universidad estatal pero no logró pasar tres exámenes de admisión lo que, sumado a la falta de trabajo y la pobreza extrema en la que vivía, la impulsó a buscar una mejor vida en el norte.
Su viaje terminó el miércoles 23 de mayo cuando un agente de la patrulla fronteriza la mató de un disparo en la cabeza. Según dos comunicados de prensa de la Migración estadounidense, el primero del día del incidente, un grupo de personas habría atacado con objetos contundentes a un oficial de la patrulla fronteriza. Pero en el segundo comunicado dijo que el grupo "ignoró sus órdenes y se lanzó sobre él", lo que obligó al agente a disparar.
Junto a la migrante la patrulla fronteriza capturó a tres guatemaltecos más que testificarían sobre el incidente.
La familia de la joven fallecida ha pedido a las autoridades investigar a fondo y condenar al agente migratorio que la mató.
Videos que particulares han hecho circular por las redes sociales mostraban el jueves imágenes del arresto de los guatemaltecos entre matorrales, en una comunidad poblada, y la llegada de paramédicos para atender a la víctima que ya había fallecido.
Además se puede escuchar cuando algunas personas reclaman al oficial fronterizo: "¿Por qué la mataste?".