Guatemala seguía el martes bajo los efectos de las lluvias en casi todo el territorio nacional tras el paso de la tormenta Julia, que dejó daños y decenas de fallecidos en Centroamérica.
Julia golpeó primero a Nicaragua con fuerza de huracán el fin de semana, para después afectar como tormenta a El Salvador y Guatemala, ocasionando al menos unas 27 víctimas en la región.
Las autoridades guatemaltecas ajustaron el martes las cifras de las personas afectadas e informaron que 13 eran las fallecidas confirmadas, además de cuatro desaparecidas y 11 heridas.
Óscar Cossío, secretario ejecutivo de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres en Guatemala, explicó en conferencia de prensa que los departamentos más afectados son Izabal, Alta Verapaz y Huehuetenango con inundaciones que han dejado incomunicadas varias comunidades en esa zona del norte del país.
Señaló que en total unas 547.000 personas resultaron afectadas y que de esa cifra más de 2.000 quedaron damnificadas. El gobierno declaró un estado de calamidad por 30 días, lo que le permite realizar adquisiciones libres de estrictos controles y limita derechos constitucionales como la libertad de acción o de locomoción.
En El Salvador, la tormenta dejó al menos nueve personas fallecidas, entre ellos cinco soldados que murieron soterrados al colapsar la pared de una casa donde se resguardaban de la lluvia en el municipio de Comasagua, donde desde hace una semana más de 2.000 militares y unos 500 policías participan de un cerco de seguridad para perseguir a pandilleros en la zona. Otro soldado resultó lesionado.
En Honduras, donde el fenómeno no tocó tierra, pero generó lluvias y daños, dejó cuatro personas fallecidas. En Nicaragua también se reportó la muerte de un hombre cuando le cayó encima un árbol.
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