El gobierno de Juan Guaidó anunció la recaudación de más de 100 millones de dólares en ayuda humanitaria para Venezuela desde que la Asamblea Nacional lo declaró presidente interino.
Países Bajos, Alemania, Reino Unido y otros países contribuyeron a un fondo que será destinado, según miembros del gobierno opositor, a paliar la crisis humanitaria que vive Venezuela.
En el marco de la Conferencia Mundial de la Crisis Humanitaria en Venezuela, que se realizó el jueves en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, las naciones expresaron su apoyo al gobierno interino de Juan Guaidó, y su disposición para prover de insumos y asistencia técnica al país.
"Lo que ha pasado esta mañana no tiene precedentes en Venezuela", dijo David Smolansky, coordinador del grupo de trabajo de la OEA para la crisis migratoria venezolana, en referencia al anuncio de donaciones.
Los cien millones mencionados durante la conferencia incluyen tanto dinero en efectivo como insumos, dijo Smolansky, sin entrar en detalles sobre las proporciones. La suma es un conjunto de ayudas anunciadas previamente a la conferencia y fondos nuevos, especificaron los miembros del gobierno interino.
Las contribuciones son las siguientes:
- Canadá: 40 millones de dólares
- Estados Unidos: 20 millones de dólares
- Reino Unidos 8,3 millones de dólares
- Países Bajos: 1,5 millones de dólares
- Alemania: 23 millones de dólares
- Unión Europea: 34 millones de dólares
- Nueva Zelanda: 140,000 dólares
A esto se le suman 30 millones de dólares de "organismos multilaterales" que donaron de manera anónima, según un miembro del gobierno interino.
Los fondos irán destinados hacia el centro de acopio ya existente en Cúcuta, Colombia y los centros recién anunciados en Curazao y Roraima, Brasil.
Guaidó anunció el martes que la ayuda, en forma de productos alimenticios y medicamentos principalmente, entrará en Venezuela el 23 de febrero, día para el que también convocó a manifestaciones en todo el país.
Sin embargo, no especificó cómo entraría la ayuda al país ante la negativa de Maduro a dejar ingresar los insumos enviados a Venezuela.
"Existe un plan", dijo el diputado Olivares a la Voz de América, "[es] un plan con muchas aristas...sería tonto revelarlo. [El 23F] pueden pasar muchas cosas, pero lo que les puedo garantizar es que existe la voluntad de avanzar".
Sin embargo, durante una rueda de prensa al finalizar la conferencia, varios representantes del gobierno interino, incluido Olivares, dijeron que lo que esperan que suceda la semana que viene que es que los militares del gobierno del presidente en disputa, Nicolás Maduro "se pongan del lado de la gente".
Smolansky mencionó que se tenía pensado utilizar una cadena humana para llevar la ayuda dentro del país.
"No necesitamos tener un 'plan B' porque el 'plan A' va a funcionar", dijo Gustavo Tarre, el representante del gobierno interino ante la OEA, "la fuerza nacional se está desmoronando".
El evento, convocado por el presidente interino Juan Guaidó, reunió 60 delegaciones internacionales, al igual que miembros del gobierno interino y de los gabinetes de países vecinos, como Brasil, Colombia y Panamá.
Carlos Vecchio, el embajador del gobierno interino en Estados Unidos, dijo durante su intervención que la ayuda humanitaria debe verse como "un alivio" pero advirtió que deben ir por más: "No hay manera de avanzar en la recuperación si no cesa la usurpación (...) Luchar para que cese la usurpación y un gobierno de transición para poder llamar a elecciones libres y transparentes".
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También estuvo presente Luis Almagro, el secretario general de la OEA; Lester Toledo, coordinador internacional para la ayuda humanitaria; y Francisco Valencia, director de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (CODEVIDA).
Riesgos de salud
Además de los representantes del gobierno de Guaidó y diputados de la Asamblea Nacional -algunos de los cuales enviaron un mensaje en video–, en la conferencia también participaron el ministro de Salud de Panamá, los viceministros de Salud de Colombia y Brasil, y el secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Alex Azar.
Ivan González, viceministro colombiano, aseguró que su país está ya tomando medidas para paliar los efectos de la crisis sobre la salud de los venezolanos al atender a los millones de migrantes que viven actualmente en su país.
Sin embargo, dijo que Colombia está lista para ayudar con la crisis del sistema de salud y asistirá en su reconstrucción, promesa a la que se unió también Azar.
El diputado Olivares hizo un recuento de la crisis sanitaria que vive Venezuela. Como médico ofreció indicadores de la grave situación, que incluye según dijo a más de 40.000 pacientes de cáncer sin tratamiento, 70.000 enfermos de VIH/SIDA sin antirretroviral. Faltan, -dijo-, el 82 % de antibióticos y 70 % de medicamentos contra la hipertensión arterial. El 68 % de las salas quirúrgicas no funcionan, explicó.
Indicó además que de 2.500 niños con padecimientos cardiovasculares que debieron operarse el pasado año, solo 200 tuvieron cirugías.
Olivares explicó que la Asamblea Nacional decretó la crisis humanitaria en enero de 2016. Esto "quiere decir que no es un tema de última hora improvisado sino que ha sido una lucha de la visión de la política, de que la política nunca más sea un instrumento de dominación, de odio, de muerte, sino sea una herramienta para servir".
"Hoy mientras hablamos en este sitio, siguen muriendo venezolanos por falta de medicina", dijo Olivares, quien lidera la coordinación de la ayuda humanitaria internacional solicitada por Guaidó.
La conferencia llega un día después de la reunión entre el presidente Donald Trump y su homólogo de Colombia, Iván Duque, quienes abordaron la actual crisis política que vive Venezuela y fustigaron a Maduro, instándolo a que deje entrar la ayuda de EE.UU. consistente en grandes cantidades de alimentos y medicamentos.
¿En qué consiste la ayuda humanitaria de EE.UU.?
Según la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el objetivo de la primera fase de ayuda es atender las principales necesidades, establecidas por el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, como alimentos de emergencia y suministros de salud.
- Kits de alimentos: aceite vegetal, harina, lentejas y arroz, para más de 5.000 venezolanos durante 10 días.
- Kits de higiene: jabón, cepillos de dientes y pasta de dientes, y otros artículos de higiene personal, para más de 7.500 venezolanos por 10 días.
- Suplementos nutricionales de alto valor proteico y energéticos para tratar a aproximadamente 6.700 niños venezolanos con desnutrición moderada, durante casi dos meses.
- Galletas energéticas, las cuales contienen vitaminas y minerales, para 10.000 escolares venezolanos por un mes.
- Kits médicos de emergencia con suministros y productos farmacéuticos para una población de 10.000, en hospitales y centros de salud comunitarios, durante 90 días.
Los gobiernos de EE.UU. y Colombia han sido claves en visibilizar y tomar acciones para poner fin a la crisis en Venezuela.
La convocatoria de Guaidó el jueves se produce tras la primera audiencia en el Congreso estadounidense sobre Venezuela, a la que asistió el encargado especial de EE.UU. para asuntos de Venezuela, Elliott Abrams.
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Además alude a que las carencias han provocado un éxodo de 3.3 millones de venezolanos, quienes han salido del país generando "la mayor crisis de refugiados y migrantes en la región".
Guaidó ha prometido que pese a la negativa de Maduro, la ayuda humanitaria entrará a Venezuela el próximo 23 de febrero.
Maduro niega que exista una crisis humanitaria y ha catalogado de "show" y un pretexto para justificar una eventual intervención extranjera la iniciativa de Guaidó, quien ha movilizado a gobiernos del mundo en torno al problema.
La controversia es parte de la crisis política que mantiene en vilo a los venezolanos. Maduro asumió el 10 de enero un segundo mandato pese al rechazo dentro y fuera de Venezuela tras las elecciones de mayo que fueron catalogadas de "fraudulentas".
Guaidó, quien además lidera la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, asumió el 23 de enero como presidente interino de la nación, y cuenta con el apoyo de Washington, la mayoría de los países de la región y naciones europeas.