El Grupo de Lima rechazó cualquier tipo de intervención militar o violenta en Venezuela.
El conjunto de 11 países latinoamericanos expresó en un comunicado “su preocupación y rechazo ante cualquier curso de acción o declaración que implique una intervención militar o el ejercicio de la violencia, la amenaza o el uso de la fuerza en Venezuela”.
El texto está firmado por los gobiernos de Argentina, Brasil, Costa Rica, Chile, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía.
La reacción fue emitida días después de que el secretario general de la OEA Luis Almagro amenazara con el uso de fuerza militar para restablecer la democracia y aliviar la crisis humanitaria que vive Venezuela.
El Grupo de Lima reafirmó su compromiso a lograr ese objetivo “a través de una salida pacífica y negociada”, instando a Venezuela a poner fin a las violaciones a los derechos humanos, liberar a los presos políticos, respetar la autonomía de los poderes del Estado y asumir su responsabilidad por la grave crisis que vive.
De acuerdo con las Naciones Unidas, más de 2,3 millones de venezolanos han salido de su país en los últimos años. Cada vez con más frecuencia parten sin dinero y viajan en recorridos peligrosos a pie a través de países sudamericanos como Colombia, Ecuador y Perú.