El reconocido músico uruguayo Ruben Rada dice que es “un tipo feliz” porque pudo ser profeta en su tierra, en un país que con apenas 3,4 millones de habitantes no puede acoger como quisiera a los artistas. Aunque él también tuvo que buscar “horizontes nuevos” en Argentina y México antes de radicarse definitivamente en Uruguay en 1995.
Sus años ambulantes contribuyeron en parte a su éxito. En su valija empacó el talento con el que forjó una exitosa carrera de más de 40 años, ahora laureada con un premio a la Excelencia Musical de la Academia Latina de la Grabación, responsable de los Latin Grammy.
Rada comparte la distinción junto con otros gigantes de la música: el colombiano Joe Arroyo (fallecido el pasado 26 de julio), el portorriqueño José Feliciano, el mexicano Alex Lora, la brasileña Gal Costa, los argentinos Les Luthiers y la estadounidense Linda Ronstadt.
Los homenajeados recibirán los reconocimientos en una ceremonia especial el miércoles 9 de noviembre de 2011 en el hotel Four Seasons de Las Vegas, informó la Academia Latina de la Grabación en un comunicado.
“Sabemos a qué atenernos todos los artistas uruguayos (…). Todos tenemos que cruzar a la vereda de enfrente porque tenemos un país muy pequeño”, cuenta Rada a la Voz de América. “Cuando trabajé con Tótem (su banda entre 1970 y 1973) salíamos en todos los diarios y revistas y no podía pagar el alquiler de mi casa, vivía con mi madre. Para ser uruguayo hay que ser más macho que un mexicano”.
Hace un mes y medio se enteró de que la academia le iba a dar el premio a la excelencia, otorgado “a artistas que han realizado contribuciones creativas de excepcional importancia artística en el campo de la grabación durante sus carreras”, señala el comunicado. Tuvo que mantenerse en silencio hasta que saliera el anuncio oficial el 26 de julio.
En el caso de Rada, un percusionista, compositor y cantante que ha grabado más de 30 álbumes, su carrera transitó por el camino de la fusión del jazz, funk, soul, tango y pop, con el candombe –un género musical y de danza característico de los afrouruguayos- como columna vertebral.
“Ocupa el primer lugar, es de donde vengo, de donde viene mi familia”, asegura el músico, que ahora está en plena promoción de su próximo disco “Rada instrumental”. En las diez canciones del álbum mezcla el candombe con el jazz y el rock, recreando el espíritu de Opa, una agrupación uruguaya a la que perteneció en los 70 que experimentó con esta fusión.
Rada grabó el disco, que será lanzado en octubre en Argentina, con su nueva banda Confidence, en la que participan, entre otros, Osvaldo Fattoruso en la batería –quien también lo acompañó en Opa- y su hijo Matías Rada en guitarra y voz.
Con más proyectos por delante, incluyendo un doble álbum para fin de año sobre la historia del candombe, Rada asegura que el premio a la excelencia vale mucho más para él que los Grammys a mejor disco.
“Les Luthiers, por ejemplo, no son de la industria de Ricky Martin que es el que vende. Esto te premia mucho más, más que los segundos de reconocimiento en tu vida por grabar un éxito comercial”, considera.
“Si hubiera mandado mi disco a Estados Unidos hubiera ganado un premio, ¿entendés? Ni siquiera lo mandé. La gente está todo el tiempo pensando en eso, interesada en los premios (…). Soy mucho más modesto, o boludo (tonto), digamos, porque no me moví por esos lados. No sé ni cómo se prende la computadora”.