Ha pasado ya medio año desde que Google presentó su servicio Google+, la apuesta del gigante de las búsquedas online en el mercado de las redes sociales. Mucho se ha hablado de su crecimiento exponencial en números de usuarios pero, ¿cómo ha mejorado el servicio con el paso del tiempo?
Resulta interesante comparar Google+ con los anteriores esfuerzos de Google por lograr un servicio social. Orkut sólo tuvo éxito en algunos países (principalmente Brasil), mientras que Google Buzz fue un desastre total que prácticamente nadie utilizó a pesar de estar totalmente integrado dentro del correo de Gmail. Google Wave podría considerase otro intento de red social por parte de Google, pero el increíblemente ambicioso proyecto, a pesar de tener un enorme potencial, cayó bajo su propio peso al no tener a suficientes usuarios que le sacaran ventaja.
Todos esos proyectos fracasaron. Sin embargo parece que la empresa de Larry Page ha dado con la fórmula adecuada esta vez. Google+ se mantiene vivo y coleando, incrementando su número de usuarios sin parar. Hemos asistido al nacimiento de una nueva red social cuya ambición es triunfar sobre Facebook y Twitter mediante un servicio que combina las ventajas de ambos mientras aprovecha todas las posibilidades que saca del resto de servicios del buscador como Youtube y Google Talk.
Pero incluso todo eso no es suficiente.
El principal problema de crear una nueva red social es que la mayoría de la gente ya pertenece a otra red social, ya sea Facebook, Twitter o cualquier otra. Muchos usuarios entraron a Google+ para probar el servicio por curiosidad o simplemente para darle una oportunidad a una alternativa. Pero pocos usuarios entran constantemente al servicio. Al fin y al cabo, ¿para qué subir todas las fotos y agregar a todos los amigos cuando ya están todos en Facebook? Es una simple cuestión de comodidad.
Pero Google+ tiene sus ventajas. La última se hizo presente a través de la entrevista del Presidente de Estados Unidos Barack Obama que tuvo lugar el 30 de enero en esta red social mediante el servicio de videoconferencia Google Hangouts. Miles de usuarios pudieron seguir en directo a Obama respondiendo a las preguntas de los usuarios en video.
Y los medios de comunicación también están a la carrera por integrarse en la nueva red social: resulta mucho más fácil “seguir” las noticias de nuestros medios favoritos cuando los tenemos en un círculo separado, evitando así que ellos puedan acceder a nuestra información, pero al mismo tiempo ofreciéndonos una lista mucho más visual y organizada que Twitter. Facebook ha intentado algo parecido, pero por el momento no llega a la flexibilidad que ofrece la solución de Google.
Desde su lanzamiento también hemos visto cómo Google añadía poco a poco nuevas funciones, por ejemplo juegos sociales como Angry Birds y Cityville, mejoras en la organización de fotos o la ya mencionada función para retransmitir video en directo para todo el mundo.
En cambio le falta mayor integración con otros servicios y plataformas: es muy decepcionante que aún no exista una aplicación adecuada de Google Plus para tablets con el sistema operativo Android que crea la misma empresa. Así mismo no todas las webs ofrecen botones de “+1”, el equivalente al botón de “me gusta” de Facebook.
Pero todo esto es cuestión de tiempo. Normalmente una red social cae rápidamente si no incluye funciones que compitan contra servicios similares a tiempo, pero en el caso de Google parece que esta ley se ha convertido en una excepción. Todavía no ha llegado al nivel de actividad de la competencia, aunque ha conseguido mantenerse bien alto hasta ahora y eso es un detalle muy importante que puede contribuir a que Google realmente cumpla su sueño de convertirse en una gran red social utilizada por todos.
¿Llegará a destronar a Facebook y Twitter de sus puestos? Difícilmente, pero la controversia causada por algunas decisiones recientes de Facebook como Timeline y Twitter siendo una red social basada en la sencillez y brevedad (que no por ello es malo) puede hacer que muchos salten al tren de Google, convirtiéndolo en un rival digno de seguir.