Prácticamente cada semana una nueva aplicación irrumpe en la pantalla de nuestros teléfonos inteligentes, y cada cierto tiempo, un nuevo software o programa ofrece nuevas habilidades a un aparato que en principio compramos para simplemente hacer llamadas.
Lidia Ávila, mi vecina, por ejemplo, tiene un Galaxy S4 y desde que lo compró, hace algo más de tres meses, sigue llamando a mi puerta cuando no logra cerrar una aplicación o encontrar otra. Algo que ocurre con mucha frecuencia.
Es por eso que Google intenta volver a los orígenes de los teléfonos móviles con dos nuevos dispositivos que pueden ser tan inteligentes como lo desee el dueño del mismo. Es decir, son dos réplicas del Galaxy S4 de Samsung y el One de HTC, salvo que carecen de la mayoría de los mecanismos complicados que agobian a muchos usuarios de la telefonía celular.
En lugar del software personalizado de Samsung y HTC, los teléfonos de Google usan una versión pura de Android, tal y como fue desarrollado por la misma empresa. Por decirlo así, estos aparatos vienen vacíos, con la única posibilidad de hacer y recibir llamadas y mensajes de texto, sin ninguna característica o aplicación no deseada, de la que no puede deshacerse.
Pero, si quiere saber constantemente el estado del tiempo, es fácil añadir una aplicación para el clima a la pantalla de inicio, pero no es obligatorio, lo que sin duda simplificará la vida de usuarios más tradicionales, como Lidia.
La mala noticia es que al ser teléfonos que no están asociados directamente a ninguna compañía, esta edición de Google S4 se vende por $649 dólares, y el One por $599 dólares.
Lidia Ávila, mi vecina, por ejemplo, tiene un Galaxy S4 y desde que lo compró, hace algo más de tres meses, sigue llamando a mi puerta cuando no logra cerrar una aplicación o encontrar otra. Algo que ocurre con mucha frecuencia.
Es por eso que Google intenta volver a los orígenes de los teléfonos móviles con dos nuevos dispositivos que pueden ser tan inteligentes como lo desee el dueño del mismo. Es decir, son dos réplicas del Galaxy S4 de Samsung y el One de HTC, salvo que carecen de la mayoría de los mecanismos complicados que agobian a muchos usuarios de la telefonía celular.
En lugar del software personalizado de Samsung y HTC, los teléfonos de Google usan una versión pura de Android, tal y como fue desarrollado por la misma empresa. Por decirlo así, estos aparatos vienen vacíos, con la única posibilidad de hacer y recibir llamadas y mensajes de texto, sin ninguna característica o aplicación no deseada, de la que no puede deshacerse.
Pero, si quiere saber constantemente el estado del tiempo, es fácil añadir una aplicación para el clima a la pantalla de inicio, pero no es obligatorio, lo que sin duda simplificará la vida de usuarios más tradicionales, como Lidia.
La mala noticia es que al ser teléfonos que no están asociados directamente a ninguna compañía, esta edición de Google S4 se vende por $649 dólares, y el One por $599 dólares.