El buscador de internet Google en China continúa parcialmente bloqueado, mientras la empresa estadounidense espera una decisión de reguladores del gobierno de Beijing sobre si su licencia de operación será renovada.
Google dice que una característica de su buscador que sugiere a los usuarios palabras que pueden ayudarles a buscar información ha sido desconectada.
El servicio fue frenado cuando se venció el plazo de Beijing para renovar la licencia de operación de Google.
El gobierno dice que Google presentó su solicitud demasiado tarde, pero han prometido comunicar su decisión muy pronto.
En marzo, Google empezó a redirigir a sus usuarios hacia un buscador en Hong Kong, en protesta por la censura china y porque el estado chino estaba infiltrándose en cuentas de e-mail de activistas de derechos humanos.
El ejecutivo de Google, David Drummond, dijo que China había advertido a la empresa que no le renovaría la licencia de operación si continuaba la práctica.
Google creó un vínculo para el sitio de Hong Kong donde se pueden realizar búsquedas sin temor a que sean filtradas. La empresa continuará ofreciendo música y otros servicios en su principal sitio en China.
En Estados Unidos, legisladores y expertos de internet dicen que el problema de Google destaca la incapacidad de las firmas de alta tecnología para promover el cambio en China.
Rebecca McKinnon, experta de la Universidad Princeton en temas de internet en China, asegura que las empresas de comunicación tecnológicas son componentes vitales del sistema de control chino.
“En esta forma, la mayor parte de la labor de censura y vigilancia es delegada y hecha cumplir por el sector privado, el cual, si falla en monitorear y censurar a sus usuarios a la satisfacción del gobierno, perderá su licencia y será obligado a cerrar”, dijo McKinnon.
El legislador republicano Christopher Smith dice que eso eleva las preocupaciones por el papel que las empresas de Estados Unidos y sus inversionistas juegan en ayudar al gobierno chino a negar a sus ciudadanos la libertad de expresión.
Smith señala a Baidú, el mayor buscador de internet chino y principal competidor de Google como ejemplo de cómo los inversionistas estadounidenses pueden sin querer participar en los esfuerzos de Beijing para controlar la sociedad.
Dos de los cinco ejecutivos de Baidú son estadounidenses. Inversinoistas de EE.UU. colocaron la mayor parte del capital de la empresa, que se cotiza en el mercado de valores NASDAQ desde 2005.
“Tanto los que poseen acciones como los que están en el Directorio de Baidú necesitan comprender que están ayudando a una dictadura que es increíblemente letal para sus propios ciudadanos”, dijo Smith.
Baidú ganó el año pasado el premio a la autodisciplina en internet de China, por alentar lo que las autoridades califican como un desarrollo armonioso y saludable del internet.
El legislador Smith propuso una ley que llama a la creación de una oficina global de Internet en el Departamento de Estados, que categorice a los países de acuerdo a las restricciones que imponen para el Internet y requeriría que los países reporten al Departamento de Estado cualquier solicitud de gobiernos extranjeros para filtrar información de los usuarios.